Confía en el Señor

Cuaresma 2023

LA CONFIANZA ES IMPRESCINDIBLE


El título de la práctica breve que os quiero acercar es «la confianza es imprescindible». Es un título que recoge y expresa todo lo que podemos decir sobre la confianza. Algo imprescindible es algo que no puede ser substituido por nada: por lo tanto la confianza es esencial, es evangélica.

Podemos leer los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas desde la clave de la confianza: Porqué hay confianza hay nacimiento y vida: «Hágase en mi según tu palabra» Lc 1, 38; «Cuando José despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado» Mt1, 24 «Seguidme y os haré pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.» Mc1, 17-18.

En cambio sin confianza, no hay ni sanación, ni resurrección, porqué «el que no está conmigo, no recoge, desparrama.» Lc 11, 23 Y nos dice la práctica que para la confianza, lo principal es la calidez del corazón. La calidez del corazón es una forma de oración: nos recogemos en nuestro interior, siguiendo las indicaciones de Jesús para orar. Por qué qué otro lugar habrá más apartado y escondido que nuestro corazón? Entonces entramos en relación: con nosotros, con Jesucristo, con Dios. Estamos abiertos, estamos confiados.

Pero y si no sentimos la calidez del corazón? La práctica nos indica que si hay aceleración de la mente y exceso de pensamiento, ya no estamos en la confianza, y, por lo tanto, ignoramos al Señor. La práctica nos sugiere emplear entonces, algún tipo de relajación. La desconfianza surge en la mente y se traslada rápidamente al cuerpo. La mente está enraizada en el cuerpo, por lo tanto si relajamos el cuerpo, como el cuerpo siempre está en el presente, relajarlo aportará calma a la mente. Si entonces llevamos la atención hacia el corazón con constancia, la calidez retornará.

Pero cómo recuperar la confianza cuando ocurre una tribulación, un dolor o una angustia grave? Entonces habrá que parar, sentir, aceptar. Jesús en Getsemaní no ocultó su tribulación, la rezó. Así pues desde nuestra limitación y si no podemos aún practicar la oración, la distancia, el tomarnos, tal vez un rato de descanso, todo ello nos retornará progresivamente, a la confianza porqué aceptar siempre lo que sentimos, no ocultarlo, es confianza. Y, sobre todo, porqué Dios nunca nos deja.

Necesitamos la confianza porqué sin ella no habrá en nuestro cotidiano aceptación del momento presente, que no siempre es como a nosotros nos gustaría que fuese ni, en consecuencia, aceptación de la voluntad de Dios. Que Él nos guie.

¡Gracias Beatriu!

Aporte de Beatriu en el encuentro de intercambio del 19/03/23

En los próximos días os compartiremos los aportes de Eugenio, Helen y Sara.

5º Domingo de Cuaresma

Deja un comentario