Estimado Hermano Mario,
Muy interesante el vídeo y gracias por todas las aclaraciones. Totalmente de acuerdo con ir a la etimología de las palabras, da una luz especial y una comprensión muy grande, antes desconocida, de los términos que usamos habitualmente.
En cuanto a la consciencia me ha quedado claro, pero es cierto, junto con el P. José, que conciencia es la regla moral interna que me dice lo que está bien y lo que está mal. Una conciencia mal formada o errónea puede decirme que matar a los fetos no queridos es bueno, basado en un argumento meramente sentimental, por ejemplo. Curiosamente San Pablo habla de la importancia que tiene seguir la conciencia, pues es ley interna y quien no sigue su conciencia peca. Y tiene una gran relación con la ley natural.
Por otro lado parece mentira que sea un curso de espiritualidad y sea tan real, y psicológico y de sentido común lo explicado, sin entrar en temas demasiado dulces, llamémoslo así, o empalagosos como a veces ocurre en ciertos cursos o libros espirituales.
Sin embargo me queda una pregunta que acaba de venirme a la cabeza en esta clase.
Hablamos del fin de todo, la unión con Dios, para ello la comprensión, la coherencia, la oración profunda, el silencio, etc… pero curiosamente me extraña que ningún autor o en las clases no se hable del amor. Del Amor de Dios hacia nosotros que nos atrae y del amor que la Gracia hace surgir en nosotros hacia Él, base de toda la espiritualidad.
Soy consciente que entrar en este tema el peligro es ponernos empalagosos (por eso digo) y tratarlo desde esta perspectiva psicológica me da mucha luz a mí personalmente (por cierto apúnteme a la lista de la nueva pestaña que ha mencionado de los automatismos del ser humano), pero ¿dónde queda el amor? ¿O se da por supuesto? ¿Qué es? El problema de la misma palabra amor es que de tan manida ha perdido su fuerza y el amor es concreto no es una entelequia…. ¿me amas? pues pon la mesa, ¿me amas? ayúdame, cuida los niños por mí este rato, y podemos seguir con las obras de misericordia que realizan aquellos que aman. Bueno, me ha surgido este asunto que creo crítico por el comentario de San Juan Pablo II que puse en la clase anterior: “El hombre no puede vivir sin amor. El permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa de él vivamente. El amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el mas fuerte de todos.”(Encíclica Redemptor hominis)
¿No hace el amor más “fácil” lo explicado?
Muchas gracias. Dios le cuida.
Hola Sergio, Cristo te cuide. Bueno lo van tocando aquí y allá al tema del amor estos padres, es cierto que es una faceta que quizá con esa palabra se nombra menos en Filocalía que en los textos habituales aquí en occidente. De todos modos se menciona bastante. Se utiliza mucho la palabra «caridad» y se la equipara al amor. También se habla del deseo hacia Dios, de la «tensión» hacia Dios, del «eros» divino etc., en el mismo sentido en que usamos aquí la palabra amor. La búsqueda de la oración continua es constante en Filocalía y está implícita en ella y a veces explícita que surge del amor por Dios. Si he pasado por alto es cierto, el uso de la palabra conciencia como el indicador interno de la cuestión moral, que en Filocalía se usan varias palabras diferentes para aludir al mismo punto. Lo mismo que «el inconciente» como aquellos contenidos no advertidos por nosotros en la vigilia. Veré de repasarlos brevemente en el próximo video. Un abrazo fraterno Sergio, invocando a Cristo.
Hola Sergio. Yo creo que el amor está implícito en todo lo que se nos va diciendo en este curso.
El silencio, la oración continua, la sobriedad, todo ello sin amor carecería de sentido, tal vez no se usa la palabra pero está latente en todo. Sin embargo hoy todo es “amor” estar “enamorados de Jesucristo” y otras expresiones, que suenan muy bien (a quien le guste) y sin embargo les falta en ocasiones de la profundidad de vida que conlleva el amor auténtico, es decir, la caridad que es de lo que se trata.
Y de acuerdo con lo que terminas, ya lo dice san Juan de la Cruz, “el alma que anda en amor ni cansa ni se cansa”. Todo lo hace fácil el amor, que no significa “facilón”, sino que el amor pone alas en el alma.
Un saludo invocando el Santo Nombre de Jesús
Hola María creo que así lo entendemos todos, pero creo que no hay que dar nada por supuesto. y es un riesgo desde mi humilde punto de vista, intentar ciertas técnicas o consejos de oración de los padres sin tener presente el amor De Dios como principio y fin y que en el fondo hagamos lo que hagamos para lograr la oración continua en última instancia todo es gracia De Dios . Si uno no tiene en cuenta esto puede caer en una mera meditación sin más utilizando la filocalia .. como hay más gente más sabiduría si esto que sigo no es correcto les pido disculpas
buen día para todos
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Sergio gracias por tu reflexión. Pensaba lo mismo al escuchar el vídeo que me gusto mucho ..
Siento lo mismo .. nada de todas estas enseñanzas tiene sentido sin en el fondo lo principal, el amor
Gracias por tu comentario
Un saludo a todos
Agradezco al hermano Mario la deferencia de haber sacado a colación la
conversación que tuvimos a cerca de la palabra «consciencia» y «conciencia». Me ha resultado muy iluminador lo que dice a cerca de la evolución de las palabras y como muchas veces cambian su significado alo largo del tiempo. Acudiendo a la etimología de la palabra «consciencia» vemos que viene del latín cum-scire, que se ha traducido por: conciencia (con-conocimiento) y no por«consciencia» como debía de ser. Claro que la «consciencia» no se ha perdido pero ha quedado para los estados de mayor o menor conocimiento, hasta llegar a la inconsciencia o perdida de conocimiento. En cambio, la palabra «conciencia» es la que ha quedado en su lugar. De hecho en moral no se habla de consciencia sino de conciencia: conciencia moral o casos de conciencia.
Todo esto aunque parezca enredoso es iluminador pues la conciencia es la que finalmente ha prevalecido como esa mirada interior que observa y que no puede ser objetivada, sino que solo puede serlo y que tanto tiene que ver con el silencio. Es más, en el Concilio vaticano II en el nº 16 de la Gaudium et spes, se habla de la conciencia como el sagrario donde el hombre se encuentra con Dios, lo que nos recuerda a lo de San Agustín cuando decía aquello de: «intimior, intimo meo», es decir, Lo mas íntimo de mi intimidad. Claro que la conciencia, no deja de ser una palabra inventada en el fondo y sin embargo es la que se utiliza como la auténtica. Gracias a la Filocalia, podemos entender un poco mejor este asunto y ahora si que tocaría meterse mas a fondo en el fenómeno de la consciencia- conciencia, propiamente tal, aunque se hayan escrito cantidad de tratados sobre él. Pues además del juicio moral nos permite el encuentro con Dios, lo cual significa que lo uno y lo otro no andan muy lejos. Lo dejo ahí y enhorabuena.
Estimado Hermano Mario,
Muy interesante el vídeo y gracias por todas las aclaraciones. Totalmente de acuerdo con ir a la etimología de las palabras, da una luz especial y una comprensión muy grande, antes desconocida, de los términos que usamos habitualmente.
En cuanto a la consciencia me ha quedado claro, pero es cierto, junto con el P. José, que conciencia es la regla moral interna que me dice lo que está bien y lo que está mal. Una conciencia mal formada o errónea puede decirme que matar a los fetos no queridos es bueno, basado en un argumento meramente sentimental, por ejemplo. Curiosamente San Pablo habla de la importancia que tiene seguir la conciencia, pues es ley interna y quien no sigue su conciencia peca. Y tiene una gran relación con la ley natural.
Por otro lado parece mentira que sea un curso de espiritualidad y sea tan real, y psicológico y de sentido común lo explicado, sin entrar en temas demasiado dulces, llamémoslo así, o empalagosos como a veces ocurre en ciertos cursos o libros espirituales.
Sin embargo me queda una pregunta que acaba de venirme a la cabeza en esta clase.
Hablamos del fin de todo, la unión con Dios, para ello la comprensión, la coherencia, la oración profunda, el silencio, etc… pero curiosamente me extraña que ningún autor o en las clases no se hable del amor. Del Amor de Dios hacia nosotros que nos atrae y del amor que la Gracia hace surgir en nosotros hacia Él, base de toda la espiritualidad.
Soy consciente que entrar en este tema el peligro es ponernos empalagosos (por eso digo) y tratarlo desde esta perspectiva psicológica me da mucha luz a mí personalmente (por cierto apúnteme a la lista de la nueva pestaña que ha mencionado de los automatismos del ser humano), pero ¿dónde queda el amor? ¿O se da por supuesto? ¿Qué es? El problema de la misma palabra amor es que de tan manida ha perdido su fuerza y el amor es concreto no es una entelequia…. ¿me amas? pues pon la mesa, ¿me amas? ayúdame, cuida los niños por mí este rato, y podemos seguir con las obras de misericordia que realizan aquellos que aman. Bueno, me ha surgido este asunto que creo crítico por el comentario de San Juan Pablo II que puse en la clase anterior: “El hombre no puede vivir sin amor. El permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa de él vivamente. El amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el mas fuerte de todos.”(Encíclica Redemptor hominis)
¿No hace el amor más “fácil” lo explicado?
Muchas gracias. Dios le cuida.
Hola Sergio, Cristo te cuide. Bueno lo van tocando aquí y allá al tema del amor estos padres, es cierto que es una faceta que quizá con esa palabra se nombra menos en Filocalía que en los textos habituales aquí en occidente. De todos modos se menciona bastante. Se utiliza mucho la palabra «caridad» y se la equipara al amor. También se habla del deseo hacia Dios, de la «tensión» hacia Dios, del «eros» divino etc., en el mismo sentido en que usamos aquí la palabra amor. La búsqueda de la oración continua es constante en Filocalía y está implícita en ella y a veces explícita que surge del amor por Dios. Si he pasado por alto es cierto, el uso de la palabra conciencia como el indicador interno de la cuestión moral, que en Filocalía se usan varias palabras diferentes para aludir al mismo punto. Lo mismo que «el inconciente» como aquellos contenidos no advertidos por nosotros en la vigilia. Veré de repasarlos brevemente en el próximo video. Un abrazo fraterno Sergio, invocando a Cristo.
Hola Sergio. Yo creo que el amor está implícito en todo lo que se nos va diciendo en este curso.
El silencio, la oración continua, la sobriedad, todo ello sin amor carecería de sentido, tal vez no se usa la palabra pero está latente en todo. Sin embargo hoy todo es “amor” estar “enamorados de Jesucristo” y otras expresiones, que suenan muy bien (a quien le guste) y sin embargo les falta en ocasiones de la profundidad de vida que conlleva el amor auténtico, es decir, la caridad que es de lo que se trata.
Y de acuerdo con lo que terminas, ya lo dice san Juan de la Cruz, “el alma que anda en amor ni cansa ni se cansa”. Todo lo hace fácil el amor, que no significa “facilón”, sino que el amor pone alas en el alma.
Un saludo invocando el Santo Nombre de Jesús
Hola María creo que así lo entendemos todos, pero creo que no hay que dar nada por supuesto. y es un riesgo desde mi humilde punto de vista, intentar ciertas técnicas o consejos de oración de los padres sin tener presente el amor De Dios como principio y fin y que en el fondo hagamos lo que hagamos para lograr la oración continua en última instancia todo es gracia De Dios . Si uno no tiene en cuenta esto puede caer en una mera meditación sin más utilizando la filocalia .. como hay más gente más sabiduría si esto que sigo no es correcto les pido disculpas
buen día para todos
Sergio gracias por tu reflexión. Pensaba lo mismo al escuchar el vídeo que me gusto mucho ..
Siento lo mismo .. nada de todas estas enseñanzas tiene sentido sin en el fondo lo principal, el amor
Gracias por tu comentario
Un saludo a todos
Agradezco al hermano Mario la deferencia de haber sacado a colación la
conversación que tuvimos a cerca de la palabra «consciencia» y «conciencia». Me ha resultado muy iluminador lo que dice a cerca de la evolución de las palabras y como muchas veces cambian su significado alo largo del tiempo. Acudiendo a la etimología de la palabra «consciencia» vemos que viene del latín cum-scire, que se ha traducido por: conciencia (con-conocimiento) y no por«consciencia» como debía de ser. Claro que la «consciencia» no se ha perdido pero ha quedado para los estados de mayor o menor conocimiento, hasta llegar a la inconsciencia o perdida de conocimiento. En cambio, la palabra «conciencia» es la que ha quedado en su lugar. De hecho en moral no se habla de consciencia sino de conciencia: conciencia moral o casos de conciencia.
Todo esto aunque parezca enredoso es iluminador pues la conciencia es la que finalmente ha prevalecido como esa mirada interior que observa y que no puede ser objetivada, sino que solo puede serlo y que tanto tiene que ver con el silencio. Es más, en el Concilio vaticano II en el nº 16 de la Gaudium et spes, se habla de la conciencia como el sagrario donde el hombre se encuentra con Dios, lo que nos recuerda a lo de San Agustín cuando decía aquello de: «intimior, intimo meo», es decir, Lo mas íntimo de mi intimidad. Claro que la conciencia, no deja de ser una palabra inventada en el fondo y sin embargo es la que se utiliza como la auténtica. Gracias a la Filocalia, podemos entender un poco mejor este asunto y ahora si que tocaría meterse mas a fondo en el fenómeno de la consciencia- conciencia, propiamente tal, aunque se hayan escrito cantidad de tratados sobre él. Pues además del juicio moral nos permite el encuentro con Dios, lo cual significa que lo uno y lo otro no andan muy lejos. Lo dejo ahí y enhorabuena.