Vivir centrado en Dios

Jesucristo cura a un hombre ciego

La vida exterior que tienes es el reflejo de tu vida interior.

Pero, debes tener en cuenta, que esto se da con un cierto retardo. Mas precisamente, la vida que tienes en lo exterior, es el reflejo de la vida interior que tenías, hace un tiempo.

Si cambias en tu interior, si se produce en ti la metanoia; esto llevará a que cambie tu vida exterior, toda tu exterioridad, mas temprano que tarde.

Pero muchas veces buscamos el cambio fuera para que repercuta dentro y eso no es muy eficaz, porque la propia interioridad termina tiñendo o contaminando el nuevo medio con las viejas miradas.

Es cierto, no lo niego, que lo que pasa fuera de nosotros nos influye, pero solo en la periferia de nuestro Ser, no nos determina.

Lo mas importante es crear el Monje interior, porque si este nace y se fortalece terminará generándose la exterioridad adecuada, la vida que necesitas, el medio favorable al desarrollo de este hombre nuevo.

Y ¿qué es el Monje interior? Es la unificación de los deseos.

¿Quieres vivir centrado en Dios? ¿quieres permanecer en Su Presencia? ¿te gustaría que tu vida se pareciese al Edén y pudieran escucharse Sus pasos?

Entonces debes querer eso, solo desear eso y no aquella otra cuestión por más justificada que se halle. No es ese libro que quieres comprar el que te iluminará, ni ese viaje, ni esa entrevista o encuentro el que te lo permitirá… ni ese trabajo mas tranquilo, ni esa nueva casa o aquél monasterio o que te encarguen otra función.

No hace falta ninguna condición previa para encontrarle, solo es preciso unificar los deseos.

Dios no se esconde, es más, esta a la vista, a toda hora y en cada lugar. Pero nosotros atendemos a otras cosas. No abandonamos los intereses que nos alejan de Él. Siempre tenemos requisitos o pre requisitos o problemas que solucionar antes.

Me estoy refiriendo antes que nada a una cuestión de la atención. No de la conducta, que cambiará por si sola o luego del cambio atencional. ¿A que cosas le prestas atención? Eso es lo importante.

Esta muy bien que cada quién atienda a lo que le parezca, pero si quieres ser monje, monje interior antes que nada. Y ¿Por qué quieres ser monje? Porque sientes un movimiento interno que te impulsa, que te lleva hacia eso. Eso es un llamado, una tendencia del corazón.

Ser monje es Ser Uno como la palabra lo indica y esa unificación nos lleva a Su presencia permanente.

Negarse a si mismo, es dejar de lado tus apetencias particulares.

Cuando centras tu deseo en Él empieza a serte manifiesto; se nota Su presencia, Su acción, Su providencia inestimable.

Pero debes pedir esta gracia y no esas cuarenta y cinco otras cuestiones. Se vive en un constante ruido interior, un parloteo incesante, un divagar continuo…se mira sin mirar, se habla sin hablar, no hay autentica vida porque estamos rumiando apetencias dentro.

El Señor es la fuente de todas las delicias y de esas que no terminan, no tiene dones efímeros. Quererlo solo a Él esa es la clave para unificarse.

Te contaré la historia del primer monje, eso te servirá y le servirá a tu nuevo amigo que pregunta. El primero de los primeros, no si el de Siria o el de Sinaí, o si en Egipto en realidad o si en India o Persia. Te contaré la historia del monje primitivo, de quién fue monje sin saberlo.

elsantonombre.org

Publicado porEd. Narcea en

“Dios habla en la soledad”

Continúa en El primer monje

 

 

Desde la ermita

 

2 Comments on “Vivir centrado en Dios

  1. Hermoso y Santo, Magnífico y Fuerte… Suave como el amor que besa todas las cosas creadas en SI Mismo y por Si Mismo.
    Adorémosle, amémosle y no hará falta la obediencia debida.
    Amádole todo estará bien.

  2. MONJE SIN SABERLO FUERA DEL MONASTERIO

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