Meditación IV

Si nos proponemos esta meta...

 

Abracémonos con todas nuestras ener­gías a lo que puede encaminamos a lograr el objetivo de la pureza del corazón; evitemos, como funesto y malsano, lo que nos apartaría de él.

Si nos proponemos esta meta, nuestros actos y nuestros pensamientos irán constantemente de­rechos a alcanzarla.

Pero si no es ésta nuestra constante intención, nuestros esfuerzos, vanos e inciertos, se malograrán lamentablemente sin po­der cosechar fruto alguno.

de «Colaciones» de Casiano

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5 Comments on “Meditación IV

  1. Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
    renuévame por dentro con espíritu firme;
    no me arrojes lejos de tu rostro,
    no me quites tu santo espíritu. (Salmo 50)

    Qué se parece en este mundo a la inmensa misericordia y compasión de Dios!
    Pedid y se os dará.

  2. Nada se malogra, si en nuestro trabajo y oración, muy a pesar de las caídas volvemos a recomenzar la tarea de alzarnos con Jesús, incluso como niños de brazos que a penas comienzan a caminar.

  3. He aquí donde juega un papel importante la libertad; en nuestra manos está la decisión de decirle cada día SI a al llamamiento de AMOR que nos hace el PADRE CELESTIAL de vivir la pureza de corazón, la santidad. Oren para que el SEÑOR me pueda conceder una férrea voluntad que me disponga a acogerlo cada día.

  4. Una vez decidido el objetivo de que el Espiritu Santo habite en el corazón, ante cualquier desviación, como una imagen pensante ajena a Dios, me ha venido muy bien el Mantra de Jesús (lo que Uds. suelen llamar la oración de Jesús).

    • Lo que nosotros llamamos la «Oracion de Jesus» no es un «mantra», sino que es una «oracion litanica» en la larga tradicion de los Padres del Desierto.
      Su objetivo, muy a diferencia del mantra, no es «auto-realizacion», ni «disolucion/desapego del ego», ni «hacer vibración sonora que ayude a liberar la mente», ni «enfocar y sosegar la mente», sino una acogida al Nombre de Jesus en nuestro pobre corazon humano, a ese Nombre es al cual «Toda rodilla se ha de inclinar, en el cielo y en la tierra…».
      Por tanto, Jesus no es un «avatar», sino el Hijo Unico de Dios, y Su Nombre es de hecho el «Nombre sobre todo nombre», y Ese es el que enunciamos para «orar sin cesar».
      Quizas, para abundar sobre el tema, se pudiera revisar esta pagina, escrita por un protestante, al respecto:
      http://www.evangelistico.org/meditacion.htm
      Muchas bendiciones, en el Poderoso Nombre de Jesus

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