La paz del corazón
Me doy cuenta que la mayor parte de mis problemas e inquietudes derivan de la falta de fe, de mi falta de fe en Dios. Pido que crezca en mí la fe, pero esta oración es dubitativa, no convencida y entiendo que eso también influye en su eficacia.
Esto de la fe, la duda y la certeza, desde un punto de vista, tiene que ver con el embotamiento de los sentidos. Cuando nos hemos acostumbrado a percibir solo con los sentidos físicos, se nos genera una dependencia de estos y nos parece real solo lo que vemos, oímos, gustamos… se nos hace indubitable aquello que percibimos «ahí delante», siendo que por el contrario, la información que los sentidos físicos nos brindan es de lo más relativa y dudosa, como lo afirma incluso la ciencia actual.
En cambio, al irnos encaminando en un sendero espiritual, cuando con resolución adoptamos una ascesis hacia Cristo y la divina presencia, empiezan a despertar en nosotros los llamados sentidos espirituales. Estos captan otra franja de realidad, advierten otros sucesos que van transcurriendo en el devenir cotidiano y, sobre todo, descubren significado y sentido en lo aparentemente trivial o intrascendente.
Lo que ocurre a cada momento nos está «hablando», el discurrir «nos dice» acerca de la vida, sus misterios y el designio de Dios, pero solemos permanecer cerrados a esta escucha del corazón, que se presenta espontánea cuando permanecemos atentos.
La situación es que permanecemos volcados hacia afuera de nosotros mismos, buscando en los objetos o situaciones placeres varios que nos hagan sentir vivos, que oculten el vacío interior o simplemente que nos saquen del tedio y el aburrimiento que tiende a imponerse cuando ponemos las expectativas en el lugar equivocado.
Entonces, tener fe desde esa posición del alma es muy difícil. Todo viene de la gracia a ella todo le debemos, pero la gracia no impone, el Espíritu sopla pero no avasalla; es preciso que nos dispongamos íntimamente a percibir lo sagrado para que podamos darnos cuenta de su existencia.
En alguna parte del camino de interiorización, ocurre que lo que era creencia se transforma en experiencia. Desde la duda, se avanza hacia la fe y luego a la certeza. Se produce en el corazón humano «la percepción» de Dios, la íntima convicción de Su providencia, la contundente manifestación de Su amor en la propia vida. Se produce un vuelco en la mirada y un cambio muy importante en el modo que se visualiza la propia historia y el propio futuro.
Pero este advenimiento de Dios en la propia vida se da en el interior del corazón, en lo más profundo del alma y abre paso a la mirada espiritual. Uno se «despierta» a la realidad de su egocentrismo, de como se ha vivido enajenado por las propias apetencias y de como estas, incluso, han teñido las búsquedas que se creían espirituales.
Es una caída en cuenta, un rayo de claridad en medio de lo turbio. Se nos revela como vivíamos en un ciego «para mí», mirando y haciendo para que todo se adaptara a nosotros mismos, queríamos torcer la marcha de las cosas en función de nuestras carencias.
Esta comprensión, es una cierta luz que nos muestra la acción de algo más grande que nosotros mismos. Advertimos que sin la intervención de Dios y de la gracia, esta metanoia no podría haberse producido, terminamos agradeciendo la cadena de sucesos plantados uno tras otro en nuestro camino, para mostrarnos aquello que necesitábamos ver.
Con sorpresa, entendemos al sufrimiento como el necesario impulso correctivo o la imprescindible alerta que nos avisa de la carrera hacia el abismo en la que estábamos empeñados. Uno agradece sin querer, son impulsos del corazón, es un maravillarse de que la armonía que se puede ver en el cosmos se manifieste también en los asuntos humanos, enderezando, mostrando, corrigiendo y enseñando.
Dios existe deja de ser una creencia, se transforma en evidencia interior. Si quieres emprender ese camino a la certeza, lo primero y más importante es dejar de mentirse acerca de uno mismo. Esto vendría a ser un dejar de decirse cosas sobre uno, o sobre el propio pasado o futuro. Dejar de vivir según la imagen de nosotros mismos que nos construimos. Mirarnos sin afeites, sin acomodos, asumirnos… y desde allí trabajar por el cambio, pidiendo la gracia de la conversión profunda.
La fe es un don, una virtud, una conquista del alma y también la antesala de la experiencia.
elsantonombre.org
Links de hoy:
___________________________________________________
¡GRACIAS!
recordaba el día de ayer, cuando por muy impresionante que parezca, participe en un dialogo con otra persona, pero las palabras no fluían normalmente, las pocas palabras que aparecían en mi pequeño cerebro, parecían dardos, acertados, pero no había, dos palabras entre que escoger ni un discurrir de una palabra a otra, después de tratar de comprender, solo puedo recurrir, a la admiración de lo que el rezo del viacrucis, del viernes, dejo en mi.Y esta oración dialogo con la otra persona a través de mi.
la busqieda Dios no abmite vasilaciones son las cosas del espiritu las primeras y las inticiones del señor las primeras en ser escuchadas pera ello se requiere una asesis vigilante
Es hermoso lo que acabo de leer, porque es muy parecido a lo que estoy sintiendo desde hace algún tiempo. Durante la oración llegan a mi mente distintos pensamientos, que van aportando claridad a mi entendimiento y serenidad a mi corazón. Siempre ruego a Dios se sirva de mis potencias, de mi vida, de la totalidad de mi ser, para que viva el en mi y yo en el, en una unión de amor, para gloria del Padre y bien de sus hijos.
Es una realidad psicológica, que estamos escindidos y es una verdad teológica que vemos como por espejo, hasta que veamos como somos vistos, y por ello es que la razón trata de tomar el comando de nuestras vidas porque con ella podemos explicar convenientemente la mayoría de las cosas que llegan a los sentidos, aunque como el conocimiento tiende al infinito, habrá tantas respuestas como puntos de vista existan, por lo que podríamos decir que cada ser humano tiene razón de algo, aunque con ello no llega a la verdad, que es una y eterna, y que ademas es persona, existió antes del principio de todas las cosas, las sustenta y las lleva a su perfección. En efecto el Señor que crea la naturaleza y da sentido sobrenatural, es la luz que ilumina toda conciencia, y es porque existe esa luz, que el hombre puede inteligir la verdad en su devenir en la tierra, es mas el espacio y el tiempo son las condiciones esenciales para que el hombre pueda desarrollar su ser caido y conducirlo lentamente, con la imprescindible ayuda de la gracia hacia la gloria de la bienaventuranza prometida.
Es preciso tomar conciencia también del papel de cocreadores que Dios nos ha encargado, en ese sentido ya que en la medida en que crecemos en la gracia, creamos espacio y tiempo para nosotros y nuestros hermanos, que todavía no experimentan la presencia de Dios en sus existencias. De aqui también surge la responsabilidad para los que han recibido mas y de quienes también se espera mas.
Y la especialista para ganar tiempo para nosotros, es la santísima Virgen María, que detiene la justicia de Dios, para que todos podamos salvarnos en esta época de confusión y desconsuelo.
Pero la esperanza no defrauda y el amor vencerá, hagámonos testigos de la luz, para que también la luz se haga testigo de nosotros ilumine a toda la humanidad, luchemos con las armas de la fe y confiemos en que a pesar de nuestro pecado, el Señor vino a buscar lo que estaba perdido. Que la gloria del Padre del Hijo y del Espíritu Santo descienda y permanezca para siempre.Amen
ojalá viviera algún dia esa EVIDENCIA interior
«Pero este advenimiento de Dios en la propia vida se da en el interior del corazón, en lo más profundo del alma y abre paso a la mirada espiritual. Uno se “despierta” a la realidad de su egocentrismo, de como se ha vivido enajenado por las propias apetencias y de como estas, incluso, han teñido las búsquedas que se creían espirituales».
Pero es que cuando hay tanto ruido dentro, tanto diálogo inútil, ¿cómo hacer para lograr la calma interior que permita que El entre, o más bien, para darnos cuenta de que El siempre ha estado allí? ¿cómo lograr la limpieza de corazón para percibir que esta vez no se trata de un autoengaño más, sino de un deseo verdadero?
¿Me pueden dar un link o blog sobre biología de la cultura?
¡gracias!
Nareloz-
¡El camino de la fe se convierte en experiencia, cuando aceptamos que podemos vivir en la fe!
Nareloz.
Un gran texto con una gran reflexión que se aplica en muchos momentos de la vida. Hoy es uno de ellos. Dios siempre habla.Gracias
Què buenas son las diferentes miradas sobre la fè, de todas y cada una sacamos algo valioso para nuestras vidas……me ayudò mucho eso de que la fè se va transformando en experiencia palpable a medida que avanzamos en el caminar cristiano….gracias……
Pienso que en este diálogo la duda tiene una voz importante y no solo es algo negativo. La duda puede ser intrumento de la verdad.