Meditación: siguiendo al santo lo buscamos en nuestro alrededor (en todo ser sintiente) y en comunión con ellos, también en nosotros mismos y en el mismo Dios que vemos como un misterio insondable. El Santo Abandono de nuestra propia ignorancia, invocando a Cristo.
Meditación: siguiendo al santo lo buscamos en nuestro alrededor (en todo ser sintiente) y en comunión con ellos, también en nosotros mismos y en el mismo Dios que vemos como un misterio insondable. El Santo Abandono de nuestra propia ignorancia, invocando a Cristo.