El Santo Nombre
La paz del corazón
Acerca del pensamiento V
Viene de un post anterior
Por lo general intentamos controlarlo todo. Y la mente es el instrumento mediante el cual pretendemos lograr semejante cosa.
Pero es imposible conseguir este propósito que la mente por si sola se pone como meta. No podemos manejar el curso de los acontecimientos. ¿Cómo podríamos, si ni siquiera somos dueños de nuestras propias reacciones?
El plan divino se desarrolla en cada instante a través de los acontecimientos y no somos del todo capaces de percibir la esencia de su sentido ni la profundidad del significado que en ellos se encuentra.
Atolondrados queremos encauzar los hechos en función de nuestros intereses. Sin embargo, lo bueno para nosotros no es lo que la mente pretende. Acuciada por el ansia y el deseo constante va urdiendo planes para satisfacer a un cuerpo que se torna insaciable sin la primacía del espíritu.
Y mientras más se colma más desea y en este frenesí ambiciona sin límites, pretendiendo forzar la trama de los hechos. En cada momento, si uno se observa, puede detectarse que motor está impulsando nuestros movimientos.
Esto que hago, ¿qué motivación tiene? Si corro tras el placer, es el cuerpo el que me guía, quién ha tomado el mando. Y no es que el placer en sí mismo sea dañino, sino que lo nocivo es tenerlo por norte y centro de toda acción.
¿Vas tras la gloria? ¿Qué pretendes, tener la razón? La mente se ha hecho reina y busca el tipo de goce efímero que resulta de la comparación.
La lista con ejemplos podría ser muy larga. Pero la clave para librarse no es compleja. Encontrar a Dios en el corazón es un descubrimiento factible cuanto más se suelta. No se lo encuentra a través de la contracción, ni de lo duro, ni del forzamiento. “Felices los mansos, porque heredarán la tierra” (Mt 5, 5) “Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza…” (Gal 5, 22)
La confianza en Dios es la llave que abre la puerta de la paz. No hay posibilidad de sosiego sin este fondo de entrega confiada hacia Aquél que es el origen y fin de todo lo que existe. El plan de la creación se desenvuelve sin fallas y mi lugar en él se evidencia cuando actúo con esa confianza.
La actitud confiada, esa que sabe que no está solo el hombre en su camino y que todo tiene un sentido último en el corazón de la Trinidad, permite una acción eficaz que no siendo excesiva tampoco es negligente.
¿Esto qué hago surge del temor o de la confianza y la fe? Si me conduce el miedo, el temor a perder, el desespero de alcanzar, la furia de aquél querer lograr; la crispación y el conflicto mostrarán lo equivocado de ese modo de actuar.
Pero ¿Cómo confiar? Y ¿Cómo quedarse en la confianza? ¿Cómo vivir el gozo de quién sin prisas descansa en la voluntad de Dios?
Texto propio del blog
14 Comments on “Acerca del pensamiento V”
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Es fácil amar a Dios, pero no tanto amar su voluntad!!! Qué hermoso es poder vivir confiando en el Señor.
el pensamiento es la idea y concepto que yo tengo de algo, es decir si yo creo en algo es mi mente la que cree y no la experiencia que yo haya tenido de ese algo.
que DIOS OS Bendiga por que yo ya lo he hecho.
Estimados hermanos: He estado meditando todas las entradas «sobre el pensamiento» y mi pregunta es la siguiente: ¿Es lógico que a una persona «primaria» le cueste más este tipo de control que a una «secundaria»? de ser así, los «primarios» deberían tener una mayor dosis de paciencia en el logro de este control sobre los pensamientos, en ese hacer de modo diferente y un largo etc.
Me parece interesante el que cada cual conozcamos un poco nuestro modo de ser para saber que tal la tarea será más o menos ardua ¿estoy equivocada?
Un saludo invocando el Nombre de Jesús, y santo Adviento.
Estimada Hermana, la saludamos en Cristo. Sería necesario saber a que se refiere con lo de persona -primaria y -secundaria- no estamos seguros de comprenderlo. ¿podría ser más específica? Le saludamos fraternalmente invocando a Jesús.
Se me estropeó el escrito. Espero que lo dicho sea suficiente.
Un saludo en el nombre de Jesús.
Veo que no ha salido lo escrito. Disculpen. La persona primaria esa aquella a la que le cuesta reprimir su primer impulso, no es capaz de reflexión antes de la acción. Esto junto con la emotivdad y actividad de las personas da una tipología de carácter que nos diferencia unos de otros. No es que la persona no quiera no reflexionar, es que lo suyo es acción sin reflexión.
No se explicareme mejor.
Un saludo en Cristo jesús.
Debemos convercernos de que no todo depende de nosotros y confiar en la sabiduría del SEÑOR
Buenos días, quería compartirles un texto que se asemeja en esta temática de los deseos, ansias, la mente… Distingue el Yo exterior ilusorio y ansioso y el yo interior, auténtico, pacificado.. aquí el texto:
«…el yo exterior, el ‘yo’ que proyecta y persigue finalidades temporales, el ‘yo’ que manipula los objetos para poseerlos, está alienado del ‘yo’ interior oculto que nada planea ni nada desea alcanzar, ni siquiera la contemplación. Sólo desea ser y actuar (ya que es dinamico) según las leyes secretas del mismo Ser y de acuerdo a los dictados de una Libertad Superior (es decir, de Dios) en lugar de planear y alcanzar lo que sus deseos le dictan» … «Nadie ni nada puede seducirlo, porque lo único a lo que responde es a la atracción que siente por la libertad divina.» (Thomas Merton, en La experiencia interior)
Solicito, en toda humildad, ser admitido en esta forma de vida, y en las reglas que existen, y aquellas que puedan surgir en esta comunidad.
En Jesus
Gracias queridos hermanos por estas hermosas enseñanzas. Yo las comparto por e-mail con algunos amigos mayores que no se manejan demasiado bien con Internet y les es más fácil para ellos recibirlo vía e-mail. Siempre digo la fuente. Les mando un gran abrazo. http://www.susanatopasso.blogspot.com
Como?
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Herman@s en Cristo Jesús, aqu{i les dejo el link a un nuevo post en el blog Hesiquía. Un saludo invocando a Cristo.