La paz del corazón
[Os propongo, hermanos y hermanas, una meditación sobre propia vocación y la fe a la luz del crecimiento o la crisis en el entorno familiar /social, con la Jornada que vive la Iglesia en este día en la Festividad de la Sagrada Familia, a quienes encomendamos la llamada y respuesta a la vida monástica y consagrada de mujeres y hombres, jóvenes y adultos en el seguimiento y servicio de Cristo, la Iglesia y el mundo herido de hoy.]
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«(…)La fe, al igual que la familia, es compañera de vida que nos permite distinguir las maravillas de Dios a lo largo de nuestro caminar. Como la familia, la fe está presente en las diversas etapas de nuestra existencia (niñez, adolescencia, juventud…), así como en los momentos difíciles y en los alegres. De esta forma la fe va acompañándonos siempre en todas las circunstancias de la vida familiar. La familia camina con sus hijos en esos importantes momentos en los que se va fraguando su madurez y porvenir.
Cuando la vivencia y experiencia cristiana se ha tenido en la familia puede que se atraviese por momentos de crisis, pero lo que se ha vivido de niño vuelve a renacer y a tener un peso específico en la fe adulta.(…)
De la Nota para laJornada de la Sagrada Familia 2012
Nuestro Arzobispo, a mi entender con buen criterio, decreto «el año de misión Madrid». Nuestra historia ha sido «de conversiones forzadas» desde Hermenegildo hasta nuestros días; honrosas excepciones, por la Gracia del Espiritu Santo, nos han permitido vivir La Palabra de Dios y en ellos tengo «una familia». Mí función, pobre entender, consiste en La Oración Continua.