La paz del corazón
Cuando uno ha pasado alguna etapa difícil, un poco alejado de la espiritualidad que se había planteado, tal vez un poco olvidado de Dios, atareado en muchas cosas rápidas y del día a día… o si uno ha estado particularmente confuso, crispado, con problemas varios; lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva.
No someterse a exhaustivos recuentos de males y bienes, como si tuviera que hacerse el debe y el haber de un registro contable. Lo mejor es hacer con el alma lo que suele hacerse con el cuerpo fatigado y exhausto: Respirar hondo y tranquilo varias veces, pegarse un buen baño, comer despacio cosas livianas y nutritivas y sentarse al fresco ante la mejor vista posible de la que uno disponga.
Uno deja el equipaje, se cambia las ropas gastadas, se pone fresco, toma algo tonificante… llevar esta analogía al alma.
Dejar las consideraciones sobre lo hecho, al menos por el momento. Suele suceder que haciendo recuentos, terminamos enredados nuevamente en los pensamientos que trajeron las distracciones. Situarse en el momento actual y centrarse en muy poco.
La oración de Jesús o una oración de nuestro agrado que sea simple, corta y que coincida con el sentimiento que tenemos. Y aferrar la mente a ella. Pero no con violencia o tensión, sino como invitando a los pensamientos a reunirse en torno a ese fuego cálido y suave de la oración interior.
Atender a que si respiramos profundo y suave, también se aquieta la inquietud mental y a la inversa. No hay prisa, tranquilo, lo esencial no son muchas cosas. El Señor sabe lo que sucede en ti. Descansa. Recuéstate en Su seno, como hacíamos cuando pequeños en el regazo de nuestra madre.
Reencontrarse con la intención más íntima de uno, que no es otra que la de todos: Que todo salga bien, que no haya sufrimiento, hacer lo mejor posible, liberarse del miedo… que todos estén mejor. Entregarle ese anhelo a Dios. Él lo sabe, pero uno lo entrega igual, como si fuera una ofrenda cariñosa.
Aquí tienes Señor de los cielos, vida del corazón..! Permanezco atento a la brisa y a los grillos que acunan la noche naciente.
Texto propio del blog.
Pingback: Lista de textos del blog elsantonombre.org | Fraternidad Monástica Virtual
Muchas gracias, son palabras que alientan en el desconsuelo del alma y acallan los pensamientos repetitivos que no dejar sacar el verdadero Ser. Miguel Ángel Ferruz de Zaragoza (España)
Bellísimo! Leerlo ya aquieta 🙏
Señor Jesús teentrego mi vida ,mis sueños ,mis preocupaciones ,mis penas ,mis alegrías ,mis fracasos ,mis triunfos,mi familia ,mis amigos,y te encargó esteundo donde todos emos Sido parte de un mismo sentir,todos cometemos errores y necesitamos tu perdón y tu ayuda ,Señor Jesús te doy las gracias por todo ,por lo bueno y también por lo malo por qué en lo malo puedo aprender a no cometer los mismos errores y si los cometo dame las fuerzas de poder reconocerlo y levantarme netamente ,dame esa fe grande inquebrantable,y la confianza ir necesito en losomentos de aflicción ,tu que eres el consuelo de los que sufren eres nuestro pastor ,nuestro padre ,hermano y amigo ,tu que lo eres todo ,ayudanosen este éxodo continuos llegar a ti y acercarnos todos los días más y más ti mi Dios mi señor y mi Salvador ,mi buen Jesús bendito seas ,para ti todo el poder ,el honor la honra ,la alabanza y todo el amor por los siglos de los siglos AMEN!!.
Son verdaderamente inspiradoras las entradas de este blog. La batalla del día a día puede llegar a consumirnos el ánimo y las ganas de sonreír. ¡Es tan fácil caer en la tentación de verse abrumado por los propios problemas cotidianos! Muchas gracias por esta perla: «Situarse en el momento actual y centrarse en muy poco». Espero que estas palabras nos acompañen en nuestra «batalla» por no olvidar ni un instante la presencia del Espíritu en nosotros.
Le pasaré esta reflexión a un conocido que lleva seis meses hospitalizado y que esta mañana de domingo me comentaba lo árduo que es vivir una tan larga estancia hospitalaria.
Mil gracias! No saben cuánto han ayudado a mi Alma, a mi corazón. «El Señor sabe lo que sucede en ti. Descansa.»
Gracias por esta reflexion. Necesitamos ese ejercicio de continuo.
J.A.
Bello. Gracias.
Es tan clara la comparación con el cuerpo. Que me resulta de gran ayuda para esos días tan ajetreados y llenos de actividad donde fácilmente me dejo atrapar por lo urgente de todos los días y me olvido de permanecer en su Presencia.
Volver al camino, darle alma ese respiro profundo del descanso que le damos al cuerpo cansado.
Gracias.
SEÑOR JESUSCRISTO, HIJO DE DIOS, TEN PIEDAD DE MI, PECADOR.
Asi sea¡¡
Gracias!!!
Gracias!!!!
Oraciones