La paz del corazón
«María guarda el secreto del Adviento. La Virgen nos enseña como se ha de acoger y nutrir lo divino que se engendra en nosotros. Cada santo tiene su misión propia, la que a él le corresponde; pero la Virgen incluye en su vocación, en su vida, lo esencial que se oculta en cualquier otra vocación. Ella no solo es humana, sino que es la humanidad. Lo que ella hizo y sigue haciendo es lo único que todos hemos de hacer, esto es: dar a luz a Cristo en el mundo«.
Práctica sugerida:
A la luz de todo esto que hemos conversado preguntarme desde
el fondo del corazón:
● Qué Gracia quisiera ver hoy engendrada en mi ser y
creciendo?
● Qué quisiera que fuera engendrado en mí y estuviera ya
creciendo en la oscuridad de mi interior?
● Formulo esa Gracia, la escribo si puedo…y la pongo en las
manos de María….
«El junco de Dios» (Libro citado en el vídeo)
Invitación a orar: