El Santo Nombre
La paz del corazón
25° Clase – Máximo el confesor
Segunda sobre el autor
Introducción a «Tratados espirituales»
Deificación de la naturaleza humana en Máximo
La unidad dinámica del Cosmos en San Máximo
9 Comments on “25° Clase – Máximo el confesor”
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Muchas gracias a todos por comentar y me alegra mucho que haya servido la clase. Máximo el confesor es un compendio de enseñanza espiritual realmente.Un abrazo fraterno para todos. Cristo os cuide.
No somos fruto de la casualidad, somos obra de Dios y estamos en la tierra con un fin; nuestra actividad, continuo movimiento advirtámoslo o no tiende a la unidad, ese es el deseo de nuestro Señor Jesucristo: “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad” (Jn 17, 23) Ya lo decía san Agustín: «Si queréis recibir la vida del Espíritu Santo, conservad la caridad, amad la verdad y desead la unidad para llegar a la eternidad”. San Máximo nos enseña que en la incompletitud que nos hallamos nos movemos en busca de la unidad, en Dios hallamos nuestra plenitud.
En la medida en que seamos conscientes de la chispa divina que llevamos dentro le daremos sentido a nuestra vida, no fuimos creados para la agitación, para la dispersión; la división es lo que pervierte nuestra verdadera condición de seres llamados a la unidad, uno con nuestro Creador y en tal estado lo transformamos todo, lo elevamos, lo hacemos sagrado, es una misión que se nos ha dado como mediadores y como tales lo hacemos con la reverencia y dedicación que esto comporta, una ceremonia que bien vivida, solemnemente celebrada implica renuncia a nuestra voluntad para que Cristo presida en nosotros, ya que el amor es el canal por donde Él obra a través de nosotros en la creación. Aunque estamos de paso, nuestro paso tiene que ser trascendente, tiene que dejar huella, incluso un aroma perdurable, pasamos dejando lo mejor de nosotros a ejemplo de los santos, hombres y mujeres que cumplieron cabalmente su misión en la tierra, ellos aun cuando ya no están presentes continúan transformando al mundo con sus enseñanzas, con el testimonio de vida que nos dejaron.
Fantástica clase. Me encanta la idea de la unidad hacia la que tendemos.
Hay muchas ideas que me recuerdan la Escritura, la cita de Romanaos 1, 20 que dice al final me rondaba por la cabeza según escuchaba alguna idea suya del vídeo y también Romanos 5, 15 al hablarnos sobre el pecado. Creo que ya san Pablo lo deja claro, “Si por el delito de uno solo murieron TODOS ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre TODOS!”
También me ha recordado mucho a Dionisio, son ideas parecidas; termino de leer en las Obras completas “Por tanto a Dios se le puede conocer en todas las cosas y fuera de todas ellas”. Me gusta la interacción de unos autores con otros.
Por otro lado los ejemplos que nos pone para el cotidiano, me parecen muy interesantes y nos pueden ayudar muy mucho a crecer en este camino.
Hay una idea muy bella, hablando del amor y de esa valentía que debemos tener para que Dios coja nuestro corazón y así llegar a amar a todos, me ha surgido una duda con respecto a algo visto en la 2ª clase de fenomenología, no logro enlazarlo. En aquella clase se nos dijo que “nuestras acciones siempre son para beneficio nuestro” o sea que somos incapaces de amar de verdad porque en el fondo buscamos siempre nuestro bien ¿Cómo relaciono ese amar (o dejar que Dios ame en mi) con ese saber que todo es en beneficio propio? No sé, en ocasiones me lío con una cosa y otra. ¿Me podría aclarar algo? Gracias Hermano Mario.
Esta clase de San Máximo es realmente una joya para la vida espiritual. Cristo le pague tanto.
Unidos en El.
Una de las más hermosas clases ha sido esta, muchas gracias hermano Mario por transmitir a San Máximo con tanta devoción.
Querido hermano Mario, Cristo te bendiga. Fantastica clase.Gracias inmensas desde el corazon.
Cuando nos hablas de que lo maximo es el amor, de saber hacer las cosas mejor por amor, plantearse algo a diario para hacerlo mejor, esto me lo decia mi director espiritual, mi amigo del alma al que tanto echo de menos, cuando hablas de hacer de la vida una liturgia, participar de ella, cuando escucho que la incompletitud, busca la completitud y esa completitud esta en el Uno, comprendo, y me sobrecoge. Como te decia tu AMIGO, que pasemos por este mundo dejandolo al menos un poquito mejor.
Me encantó Maximo el confesor
Gracias Hermano
Cristo nos cuida
Fernando
Me ha impresionado la figura de Máximo el confesor, por su claridad a la hora de exponer la relación entre lo sensible y lo inteligible lo que nos permite situarnos en esa especie de nube del no saber y ahí es donde se da la oración pura; es cuando nos rendimos ante la afirmación de que no sabemos nada, cuando estamos en disposición de orar convenientemente. También me ha llamado la atención esa idea del hombre como mediador entre el mundo y Dios y también esa liturgia a la que estamos llamados todos y que se realiza mediante el amor, especialmente a los enemigos y el buen hacer, de manera que una buena manera de realizar esta liturgia sea el dejar el mundo un poco mejor que como lo hemos encontrado y sobre todo cuando somos capaces de amar, como ya se ha dicho.
Genial. Hay que seguir profundizando.
Excelente síntesis Padre José! Así es, es una figura mucho más relevante q lo q su fama nos permite suponer previamente. Además, toma a Orígenes , Evagrio y los Capadocios, pero loa recrea a la luz de su exégesis bíblica, produce así un nuevo modelo más ajustado al cristianismo original. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.
Gracias hermano Mario por la clase , debo reconocer que Máximo el Confesor es hasta el momento de las 25 clases, el que más me atrapó más me llama a descubrir más sus enseñanzas y de quién considero que podemos poner mucho en práctica , un saludo a todos en Cristo.
Gracias a ti Ignacio! Sí, Maximo tiene una doctrina compleja pero de mucha utilidad. Eso vamos intentando, elegir de entre tantos conceptos, los q puedan darnos pistas para llevar al cotidiano. Vamos aprendiendo todos. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.