Magnífica clase. Personalmente me ha ayudado mucho a entender mis impulsos a veces irracionales de querer poseer, por ejemplo haciendo fotos sin fin en vez de disfrutar los momentos. Y muy práctico. La práctica final es buenísima y la llevaré a efecto desde ya. Gracias Mario
Muy interesante esta clase de filocalía en la que se percibe la fuerza profunda de la oración incesante, capaz de transfigurar todo nuestro ser. Especialmente, me parece interesante esa insistencia en la mirada respetuosa y no posesiva del mundo, que permite a este revelar su misterio profundo. Tener esa mirada es seguramente el fruto mas preciado de la oración incesante.
Sí José creo que sí. Aunque no tengo la experiencia de la oración incesante, ya cuando se hace con cierta frecuencia uno se siente hermanado con los demás y muchas diferencias que antes separaban del otro ahora no afectan tanto. Uno sigue sin estar de acuerdo con este o con aquél, pero esa diferencia no se siente en el corazón. Un abrazo en Cristo Jesús.
Magnífica clase. Personalmente me ha ayudado mucho a entender mis impulsos a veces irracionales de querer poseer, por ejemplo haciendo fotos sin fin en vez de disfrutar los momentos. Y muy práctico. La práctica final es buenísima y la llevaré a efecto desde ya. Gracias Mario
Estupendo! Nos alegra Sergio que haya sido de utilidad la clase. Un abrazo fuerte, invocando el Santo Nombre de Jesús!
Magnífico.
‘Una sola cosa es necesaria’.
Gracias hermano!
Un abrazo Héctor! invocando a Cristo.
Muy interesante esta clase de filocalía en la que se percibe la fuerza profunda de la oración incesante, capaz de transfigurar todo nuestro ser. Especialmente, me parece interesante esa insistencia en la mirada respetuosa y no posesiva del mundo, que permite a este revelar su misterio profundo. Tener esa mirada es seguramente el fruto mas preciado de la oración incesante.
Sí José creo que sí. Aunque no tengo la experiencia de la oración incesante, ya cuando se hace con cierta frecuencia uno se siente hermanado con los demás y muchas diferencias que antes separaban del otro ahora no afectan tanto. Uno sigue sin estar de acuerdo con este o con aquél, pero esa diferencia no se siente en el corazón. Un abrazo en Cristo Jesús.