La paz del corazón
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Aquí dejajo el audio completo del «Discurso para las eminencias máximas, útil para la salvación del alma, a propósito de la sobriedad y la virtud. Referido a las así denominadas confutación e invocación».
La lectura es una contribución solidaria de Sergio Cardona https://eldondelliderazgocristiano.org/
Estimado Hermano Mario,
Interesantísima charla en la que quiero resaltar cuatro conceptos que me han gustado: sobriedad, deseos, comprensión y cambio, examen de conciencia.
Primero la sobriedad, tomando el ejemplo de la borrachera, el sobrio está atento, está presente, y reacciona correctamente. El ebrio está borracho, tiene alteradas las capacidades y por ello atiende a fantasías y es un peligro para él y para los demás. Me ha gustado este concepto.
El examen de conciencia puesto en tercera persona que llamo yo es como verme actuando en una película y efectivamente comprender mis actos. Ya sabes que este punto era fundamental para San Ignacio de Loyola, hasta el punto que los jesuitas hacen dos examen de conciencia, a medio día y por la noche. Si los cristianos nos tomáramos en serio de todo lo dicho solo este punto nuestro conocimiento de Dios, el hombre y la Gracia sería tal que no nos quedaría más remedio que ser santos.
El conocimiento es entender las circunstancias de las acciones, me encanta, eso lleva también a la empatía en las conductas de los hermanos. Me has dado en el corazón, parece que este curso está hecho solo para mí 😉 porque mi trabajo trata de la modificación de la conducta para la mejora del liderazgo (una rama es el liderazgo cristiano) y es cierto que el cambio o sale de dentro o es mero postureo, máscara, manipulación (que es lo que se suele entender por liderazgo) Los ejercicios espirituales son una escuela de líderes entre otras cosas y eso se consigue desde el interior y poner los cimientos en la Gracia de Jesucristo.
Por último los deseos: El gran Sócrates en uno de sus diálogos «El Gorgias » plantea la siguiente pregunta a sus discípulos:
– ¿Quién es el hombre más feliz del mundo?
Uno de sus discípulos sorprendido contesta:
– Hombre, Sócrates, esa pregunta es fácil, ¿cómo nos la haces de una manera tan simple? El hombre más feliz el mundo es el tirano.
Sócrates queda a su vez pasmado:
– Vaya, amigo, así que el tirano, y ¿qué te hace responder que el tirano es el hombre más feliz del mundo?
– Fácil, muy fácil, porque hace lo que quiere.
En este momento Sócrates parece no creer lo que oye, y se da cuenta de que todo el mundo admitiría esa afirmación, pero con su gran profundidad de análisis y con gran sutileza en las palabras, contesta:
– Cierto, hace lo que quiere, pero no hace lo que desea.
Este es el gran giro maestro del filósofo.
¿Cuáles son nuestros deseos más profundos? ¿Qué deseas para ti en esta vida?
Dicen que nuestros deseos ocultan nuestros verdaderos deseos.
Para tenerlo todo hay que no tener nada, decía San Juan de la Cruz, quien lo tiene todo, no desea nada, totalmente cierto, eso es la Gracia y la vida de Dios en mi interior. Qué más necesito, soy como el peregrino.
Mi deseo fundamental y único es: «El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente.» San Juan Pablo II.
Gracias por la clase.
Gracias a ti Sergio, muy instructivo tu comentario. Viene de perlas para complementar conceptos. Otro abrazo en Cristo.
Muy interesante este nuevo autor. Me llama la matización que hace sobre la sobriedad, no es lo acostumbrado y ese considerarla para permanecer en la oración.
Conforme avanzaba el vídeo me daba la impresión de que se nos invitaba a un cierto nirvana, hasta que se dijo eso de que “buscamos sólo aquello que ya conocemos y por eso somos capaces de dejarlo todo”.
Me quedo con “quien se sabe peregrino, nunca acumula mucho, porque sabe que está de paso”. Me pregunto ¿cómo llegar a sentirse de verdad “en tierra extranjera”?
Un saludo en el Nombre de Jesús, con mi gratitud por su trabajo.
Hola María, una experiencia de estar en tierra extranjera es precisamente hacer una peregrinación. Yo he realizado el camino de Santiago solo y acompañado completo, 1.000 km. La experiencia de oración, de comunidad, se soledad, silencio, comunión de los santos, apoyo, confianza, etc… en tan tremenda y el anhelo de llegar da tanta esperanza y fe que se entiende que con poco basta para vivir.
Saludos en Jesucristo.
Sergio
Que buena experiencia Sergio! Me suscita una sana envidia, si es que existe tal cosa. Me lo tengo prometido si Dios quiere cuando viaje este año a vuestra tierra. Un abrazo fraterno en el Santo Nombre.
Debe serlo, Sergio, pero ni mi edad ni mis circunstancias me permiten hacer una peregrinación. He conocido muchas personas que han hecho la ruta Jacobea, y todos dicen ser algo único.
En fin, me tengo que conformar con lo que tengo que también es como una peregrinación, pero en otro sentido.
Hno. Mario si viene por aquí nos dice para encomendarlo en la oración, ya sería bueno el conocernos, pero para mí resulta imposible. Será para la otra vida.
Un saludo invocando el Santo Nombre.
Hola María! Gracias por tu apoyo. Tú dices: «¿Cómo llegar a sentirse de verdad en tierra extranjera? hermoso tema, que inspira un post. Veremos que sale en estas horas. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.
Hola:
Gracias por la nueva e interesante entrega de Hesiquio de Batos:
no me ha quedado claro si la esencia del hombre es la conciencia o la
consciencia. Intuyo que es lo primero, en cuanto que esa es la función
del testigo que da razón de quien es el que ve, del acto de ver y de lo
que es visto. Solo así podemos ver el origen de los pensamientos y la
explicación de la conducta, pudiendo así modificarla, eso no es posible
sin el abandono de las pasiones, es decir, si no se comprende que todo
depende de la voluntad de Dios. La pregunta es ahora: ¿es eso la
sobriedad?
Que vaya bien. Un abrazo en Cristo
José A.
Hola Padre José. La esencia sería la Consciencia. Al parecer «conciencia» no estaría correcto lingüísticamente hablando. El testigo incluso es un concepto creado para explicar la aparición de la percepción. Parece que en pasos posteriores de autoobservación este testigo se vuelve también un objeto de percepción de la Consciencia silente o esencia del ser humano. Lo profundizamos en la clase 17° si Dios quiere. Un abrazo fraterno y gracias por comentar. Cristo te cuide.