La paz del corazón
Cuando realizo las actividades con devoción, me resulta fácil permanecer atento al presente. Los movimientos son armónicos, eficaces, tranquilos y se ajustan al objetivo. La impecabilidad se hace cercana, se vuelve un modo enfocado y cariñoso de hacer lo mejor posible. La energía no se malgasta, solo se aplica. Y esa fuerza, a veces, vuelve hacia mí renovada desde la misma actividad.
Cuando hay devoción la coherencia va de suyo, los criterios son certeros y las decisiones surgen de un discernimiento natural. Hay ausencia de complicaciones, lo simple se vuelve la sustancia en la que nos movemos. Al final, pareciera que la atención emerge como fruto del amor. La devoción es la misma gracia recibida que vuelve la mirada a su origen. Es como un agradecimiento hacia el misterio, como si buscáramos el rostro de Dios, sabiendo que la misma búsqueda es haberlo encontrado un poco.
Conservar la energía, usarla adecuadamente, cargarse de vitalidad y aplicarla en propósitos coherentes es una tarea principal. Esta fuerza espiritual, que in-forma lo físico y material no está desvinculada del Espíritu Santo y actúa en relación directa con la fe y la actitud de entrega confiada. El vigor de lo divino se transparenta en la creación. Buena parte de los problemas humanos derivan de no alinearnos correctamente con esta providencia y de no canalizar adecuadamente este don recibido.
Atención, devoción y acción coherente nos unifican y consagran como oración viviente. Nos vuelven a la forma original, podemos ser lo que somos y cumplir la función que nos es propia en el templo de la creación. La oración de Jesús como práctica y como camino espiritual es una buena forma de restaurar nuestras fuerzas dispersas por los deseos múltiples y contradictorios. Hay mucho para profundizar en esto.
elsantonombre.org – Aquí vídeo sobre el tema
Algunos eventos próximos del calendario:
Sábado 27 de enero - Encuentro con el Evangelio – Haz clic aquí
Domingo 28 de enero - 2º clase sobre Antonio el grande de Filocalía
Domingo 4 de febrero – Lectio Fraternus – Haz clic aquí
14 de febrero – ¿Dónde encontrar a Dios hoy? Inicio curso de mística 2024 con María Toscano