La paz del corazón
PRIMERA PARTE
Ejercicios prácticos, o sea, reglamento para los ermitaños de San Honorato, del orden de San Pablo, Antonio, y de la tercera orden de Nuestra Señora del Carmen, Palma, Mallorca.
HORARIO – DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO
1. Se levantarán a media noche los ermitaños y tendrán una hora de oración mental, y después, de una a dos, rezarán maitines.
2. A las cuatro de la mañana se levantarán en verano, y en invierno a las cinco, y rezarán laudes y prima; tendrán una hora de oración mental que servirá, si no hay misa en la ermita, la que oirán mentalmente o espiritualmente uniéndose a todas las oraciones que se celebran en todo el orbe cristiano aplicando esta hora de oración por las necesidades de nuestra madre la Iglesia, por los bienhechores de la ermita y familia, por el estado del Reino, del clero y por el Sumo Pontífice y, últimamente, por las almas del Purgatorio. A este fin rezarán las oraciones correspondientes que están en el oficio parvo de la Virgen.
3. Todos los lunes rezarán, después del oficio parvo de la Virgen, el «De profundis», todo el oficio: maitines, laudes, lo que sigue; y a la tarde vísperas, después de las de la Virgen. Este oficio se dirá por los difuntos de la familia, nuestros parientes y bienhechores.
4. A las once se rezarán las horas: tercia, sexta y nona; se tendrá examen de conciencia, se rezará la letanía de nuestra Señora, y del coro al refectorio se rezará el «Miserere», y después de comer recreación hasta la una. En la recreación el superior local, u otro, encargado en su nombre, cuidará de que se hable en voz muy baja; que la conversación sea santa, espiritual, honesta, propia de un religioso y, cuando no sea para este fin o causas convenientes para la casa y familia, (según sea) dispuesto por el superior u otro encargado mandará que se separen y en silencio, pasen su tiempo con santa lectura u otra cosa de virtud propia de su estado y religión.
5. Desde la una hasta las dos descanso, y a las dos irán a rezar vísperas.
6. A las cinco tendrán una hora de oración mental hasta las seis, y de seis a siete, en conclusión, rezarán completas y se volverá cada uno a su trabajo dispuesto por el superior.
7. A las siete rezarán el santo rosario, tendrán un cuarto de hora de examen de conciencia, y, rezando el «Miserere», irán a la cena o colación. Concluida la cena, se irán a retiro y a las nueve se recogerán.
8. En el refectorio se tendrá lectura durante la comida y cena, y será espiritual, y el superior dispondrá el libro que se ha de leer. Los hermanos estarán atentos a la lectura comiendo en silencio, recogimiento y religiosidad, sin murmurar ni dar señal alguna de enfado contra la comida. El hombre no tan sólo se ha de alimentar de sustento material, mas antes el recogimiento interior sea alimento del alma.
9. Si alguno se halla en necesidad, por su indisposición o convalecencia de algún accidente, no pudiendo pasar por la parsimonia de los demás hermanos, debe éste notificar al superior su indisposición para ser servido según su dolencia.
CAPÍTULO DE CULPAS
10. Los hermanos tendrán capítulo de culpas dos veces a la semana: el domingo y el jueves, a la hora de la oración de la tarde. El que se tiene que acusar se pondrá de rodillas, dirá sus faltas y no se defenderá ni se levantará sin permiso del superior. No se permitirá levantar quejas contra la conducta del superior, de quien ha de recibir la bendición y penitencia de sus propias faltas.
11. En sus tentaciones, ya sea uno contra otro o contra el mismo superior, esto no se permitirá en capítulo; sino que llamarán aparte a su superior, el cual tiene el lugar de médico, y le hablarán con humildad como a representante de Dios nuestro Señor, sin faltarle nunca al debido respeto como quien está ante su padre y señor esperando su bendición. Será bueno que el discípulo se recoja, entre en conocimiento de sí mismo, haga alguna fervorosa oración para hablar como conviene, debidamente, y recibir la instrucción en acción de gracias y con docilidad. Al paso que el superior hará otro tanto, como buen padre, pidiendo luz al Señor.
CONFESIÓN Y COMUNIÓN
12. Se confesarán y comulgarán todos los domingos, si el confesor no lo impide por justas causas. También comulgarán otros días de la semana, señalados con algún santo o fiesta particular, si el confesor lo dispone y el superior da lugar para ello. El superior dispondrá la hora y el confesor con quien se han de confesar para conservar el orden y que vaya por el conducto de la santa obediencia.
REZO
13. Rezarán el oficio parvo de la Virgen todos los días en obsequio de la Madre de Dios, y si alguno estuviese impedido rezará por maitines, veinticinco padrenuestros; por prima, tercia, sexta y nona, doce; y por vísperas y completas, trece.
SILENCIO
14. Habrá silencio perpetuo y no se les permitirá hablar sino en voz baja y por señas lo indispensable, «meditando día y noche la ley santa del Señor» [Sal 1,2]. «La llevaré al desierto y allí le hablaré al corazón» [Os 2,16]. «El que no peca por la lengua es varón perfecto y acredita su religión (o piedad) de verdadera» [St 3,2].
Extraída de: cmtsanelias.com
Continúa…