Apotegmas sobre la discreción
Estimad@s tengan paz! A continuación una nueva entrega de apotegmas sobre el tema de la discreción.
Lunes 9 de agosto:
«Decía el abad Daniel: -cuánto más fuerte está el cuerpo, más seca está el alma-. Y añadía: -cuánto más se cuida el cuerpo más frágil se torna el alma. Cuánto más frágil está el cuerpo, más cuidada está el alma-«.
Martes 10 de agosto:
«Decía el abad Teodoro de Fermo: -si un amigo tuyo cae en un pecado de impureza, si puedes dale una mano y levángtalo. Pero si cae en un error contra la fe y no te escucha, apártate enseguida, rechaza su amistad, no sea que si te demoras te arrastre con él al abismo-«.
Miércoles 11 de agosto:
«El mismo abad Teodoro fue a ver al abad Juan. Durante la conversación dijo el abad Teodoro: -cuando vivía en Scitia nuestra tarea principal era el alma, el trabajo manual era secundario. Más ahora, el trabajo del alma se hace como de pasada-«.
Jueves 12 de agosto:
«Un padre vino un día al abad Teodoro y le dijo: -un hermano se ha vuelto al mundo-. Le respondió el abad Teodoro: -no te extrañes de eso. Admírate si oyes alguna vez que un hermano consiguió huir de las garras del enemigo-«.
Viernes 13 de agosto:
«El mismo abad Teodoro decía: -muchos eligen descansar aquí abajo, antes de que Dios le conceda el descanso-«.
Sábado 14 de agosto:
«El abad Macario: -el recordar el mal que nos han hecho los hombres, impide a nuestras mentes el acordarnos de Dios. Pero si recordamos los males que nos causan los demonios, seremos invulnerables».
Domingo 15 de agosto:
«Dijo el abad Pastor: -no vivas en un lugar donde veas que existen algunos que te tienen envidia. No harás allí ningún progreso en la virtud-«.
Tengan buena semana!
(ermitavirtual@gmail.com)
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Estimados Hermanos y estimadas Hermanas, tengan paz!
Sus comentarios me ayudan a continuar rumiando el sentido de los Apotegmas.
En primer lugar, creo que olvidar las ofensas o perdonar, es parte de un largo proceso interior. No se logra de un día para el otro. Pero se logra. Lleva su tiempo. Hay que superar etapas de rabia, de impotencia, de imcomprensión, hasta que finalmente y casi sin darnos cuenta, sucede. De lo contrario ¿de qué sirve ser cristiano o cristiana?
En segundo lugar, creo que la tensión entre acción y contemplación siempre está presente en la vida de la Iglesia y por lo tanto de quienes seguimos a Jesús en el discipulado. Las obras (caridad, trabajo pastoral, apostolado) son producto de nuestro trabajo interior. Nuestra vida interior se alimenta de las obras. Recordemos la enseñanza evangélica, no se nos juzgará por cuantas oraciones de Jesús, Oficios Divinos o Eucaristías celebramos sino por nuestra solidaridad con las personas discriminadas y excluidas del sistema social y religioso (Mt. 25,31 ss).
Pero, necesariamente, para quienes seguimos a Jesús en el discipulado, esa solidaridad es producto del encuentro profundo y sereno con el Padre, como lo hizo el Hijo.
Un abrazo.
El apotegma del día de hoy 12… me conmueve demasiado interiormente… ¡qué difícil es permanecer en el camino del Señor! Cuando interiomente escuchamos unas voces que nos dicen que no podemos… allí se establece el «combate espiritual», es más fácil sucumbir… los padres dicen que el pecado comienza cuando consentimos… una vez un fraile me dijo: «con el pecado no se dialoga»; y esto me hace recordar lo que decía San Pío, el diablo es como un perro rabioso atado, si te acercás y lo tocás te muerde, mientras no te acerqués, no te pasará nada… Ese es el camino, saber permanecer atentos y vigilantes, fortalecidos interiormente en Cristo, que nos conforta… no soltarnos de su mano, esperar y confiar…
«…ahora el trabajo del alma se hace como de pasada…» Qué duras son esas palabras… hacer las cosas de pasada, es hacerlas sin la importancia que merecen, con el detenimiento y dándole el tiempo y el valor necesarios… Hoy días vemos a muchos consagrados/as, sacerdotes inclusive… (y lo dice un fraile sacerdote) que priorizamos la tarea pastoral, el exíto de nuestras actividades, la eficacia de nuestro carisma… y dejamos de pasada, el silencio de la oración, el tiempo de lectura orante, la meditación recogida… me parece que nos pasa lo mismo, hacemos de pasada lo esencial y priorizamos lo secundario… es un error, y se nota en la falta de espiritualidad y de vida interior… no comunicamos, ni irradiamos lo realmente necesario… Oremos y pidamos fidelidad a la vocación que hemos recibido… 11 de agosto, día de nuestra Madre Santa Clara, pido a ella, el espíritu de pobreza y contemplación. Bendiciones!
Estimado Hno. Jorge María:
Su anterior intervención incide en cosas que me preocupan e interesan desde hace mucho tiempo. ¿Estamos, según usted, en una Iglesia en la que se ‘obra’ más que se ora, en una Iglesia que intenta penetrar en todos los asuntos del mundo mientras se descuidan aspectos tan importantes como la eucaristía y la oración? ¿Cree que nos encontramos en una situación en la que, por ejemplo, el servicio a la comunidad, en sus aspectos teológicos y litúrgicos, se transforma en una especie de grupo de debate sociológico? ¿Quizás piensa usted que los cristianos estamos perdiendo el sentido de la esencia de la Iglesia en cuanto a congregación o asamblea? ¿No nos podrá conducir todo esto a una peligrosa “teología progresista” casi desprovista de Dios?
Reciba un fraternal abrazo
No afirmo que estamos así… pero si, que es un riesgo… sin darnos cuenta, escuchamos a Dios de a ratos, de pasada… cuando se organizan momentos de oración, los organizamos y no estamos orando con los laicos… nos enamoramos de nuestros monólogos y no escuchamos La Palabra… Decimos ser hombres y mujeres de Dios, pero sin embargo, la vanidad y el lujo entra en nuestros conventos, generando un gran inconveniente para vivir la austeridad y la pobreza… el equilibrio núnca fue simple de lograr; pero debemos ser radicales a la hora de vivir nuestra consagración en «el mundo»… vivir desde una vida interior intensa y profunda, nos permitirá ir al encuentro del hermano, tendré mucho más para «decir» sobre Dios, si estoy y paso tiempo con él… podré ayudar a muchos/as necesitados, si me fortalezco interiormente y recibo del Padre ese llamado… es mi humilde experiencia de vida… es bueno cuestionarnos, y dejar que el Espíritu nos mueva a una viva conversión. Gracias por tus preguntas… Bendiciones!
Cuando se nos dificulta olvidar las ofensas recibidas sólo hay que recordar la Paz que experimentamos al volver nuestra mirada a Dios y entonces la dificultad desaparece para dar paso a la comprensión y de ahí al perdón.
«Todo lo puedo en Aquel que me reconforta»
Demoledor para nuestra alma el recuerdo del mal recibido.
…El recuerdo del mal recibido es una injuria, complemento de la cólera, conservación del pecado, odio a la justicia, flecha oxidada, veneno del alma, destrucción del bien obrar, gusano de la mente, motivo de distracciones en la oración, anulación de las peticiones que hacemos a Dios, enajenación de la caridad, espina clavada en el alma, iniquidad que nunca duerme, pecado que nunca se acaba y muerte cotidiana.
«SAN FRANCISCO DE PAULA, ERMITAÑO»
Si tratamos de ordenar primero el espacio interior, como consecuencia llegará lo demás… hay una belleza interior que debe ser trabajada ascéticamente… debemos saber armonizar… cuanta verdad hay en estas palabras hermano, la mayoría de las personas considera vital su aspecto físico y olvida alimentar el alma.
En el Evangelio de ayer, Jesús nos advertía sobre la vigilancia… a saber poner nuestro corazón en lo realmente esencial… Cuántos y cuántas hoy se desviven por tener un cuerpo «en forma», y luego se ocupan del resto… Si tratamos de ordenar primero el espacio interior, como consecuencia llegará lo demás… hay una belleza interior que debe ser trabajada ascéticamente… debemos saber armonizar… la alternancia entre trabajo, oración, alimentación, recreación… ayuda a lograr una vida sana… No se me hace fácil lograrlo… pero se que estoy en camino. Muchas bendiciones en el día de la Beata María Francisca Rubatto!!