La paz del corazón
«Cuando Cristo, dice San Juan Crisóstomo, llama a seguir el camino estrecho, Él llama a todos los hombres. El monje y el secular deben llegar al mismo fin.»
Sólo hay una espiritualidad para todos, sin distinción. Obispo, monje o laico, y esa es la espiritualidad monástica. Sin embargo, esta está formada por los monjes y los laicos, lo que da al término «laico», que significa un sentido máximo espiritual y eclesial.
De acuerdo con los grandes maestros, los monjes no son más que aquellos que quieren «salvarse», «llevar una vida según el Evangelio», «buscar la única cosa necesaria». Es perfectamente obvio que estas palabras definen con precisión el estado de cada creyente laico.
San Juan Crisóstomo dijo: «Los que viven en el mundo, aunque casados, deben ser semejantes a los monjes. Todos tienen la misma responsabilidad
Un laico es un testigo de la resurrección de Cristo. «La luz de Cristo ilumina a todo hombre que viene al mundo», dijo la oración de Prima: «Hemos visto la verdadera luz», canta el pueblo, después de la comunión.
Ante el pueblo, el Cristo resucitado aparece y esto da a todos la dignidad apostólica a su manera. Un laico es, pues, un «hombre apostólico» a su manera.
De acuerdo con los grandes maestros de espiritualidad, él es aquél que da una respuesta al final del Evangelio según San Marcos: es él que camina sobre las serpientes, que domina cualquier enfermedad, que hace que las montañas se muevan y resucita a los muertos si esa es la voluntad de Dios. Él vive su fe con simplicidad hasta el final, está firme hasta el final.
Paul Eudokimov
Les Trois âges de la Vie Spirituelle. Paris : Cerf, 1978.
Descubrir la voluntad de Dios en nuestra vida en nuestra mision para ser realmente felices, sino casi siempre nos equivocamos por eso es mejor estar siempre con El, por El y para El, gracias a Dios por todas las gracias que El nos da a diario.
queridos hermanos, soy clarisa y necesito ayuda en referencia a éste tema. Lo que dicen ustedes hoy está en una gran crisis. Pues soy consagrada vida activa hace 30 años y ahora me dicen que » somos Laicas» no somos jerarquía; verdad…. y cual es el fin de los votos, que queda de el » silencio» en torno a una calusura….me siento muy mal por éste giro, que disculpenme que queremos ser tan progresista » que se vivie una vida de cotillón», hace daño a nuestra ancianas y también confunde a los que siempre nos conocieron como consagradas.
Alguien tiene alguna orientaciíb?????? gracias clarisa
Hermana, me puede explicar su realidad que ignoraba hasta hoy: ser clarisa y “consagrada vida activa hace 30 años”. No lo entiendo porque las hermanas clarisas se dedican a la vida de total entrega y clausura en los monasterios. No tengo la presunción de saber todo mas no conozco ningún grupo de clarisas de vida activa.
No entiendo lo que quiere decir: “… somos Laicas”. Si es clarisa es religiosa, no es laica, no es seglar. Se refiere la hermana as las Clarisas de Lerma, en España con todos sus cambios, con su estilo de vida que ciertamente confunde muchos y que, segundo pienso tiene su “cotillón”?
El esencial de la Meditación es que “Cuando Cristo, dice San Juan Crisóstomo, llama a seguir el camino estrecho, Él llama a todos los hombres. El monje y el secular deben llegar al mismo fin.”
Es decir, se intenta congregar en un llamamiento y un fin común los monjes y los seglares que viviendo cada uno a su manera monástica o seglar quieren “salvarse”, “llevar una vida según el Evangelio”, “buscar la única cosa necesaria”.
Cuál es el fin de los votos? Hermana, el fin de los votos es, en la configuración con Cristo ser testigo de la exclusividad de Dios en nuestra vida.
Simplicidad..desapego.. oración..en mi Ciudad , tan atravesada por la inconformidad, el vértigo, la conveniencia..sin duda, un llamado a continuar caminando , siguiendo a Aquel, razón de nuestra vida como creyentes..
Hace un par de años que vengo meditando (quizás contemplando) el tema de ser laico contemplativo en la «jungla urbana» q me toca vivir. ¿es posible?. Gracias a Dios, por su misericordia infinita, puso en mi camino el Centro de Espiritualidad Santa María y actualmente estudio un Curso de Acompañamiento Espiritual (CAE) y formo parte de un grupo de hombres laicos de oración contemplativa. Con esto quiero decir q es posible el llamado de Dios en diferentes estados a un mismo Espíritu q nos une y en un mismo Corazón.
Ciertamente que todos estamos llamados a la observancia del Evangelio y que para Dios no hay distinciones, ahora bien, ¿Cuando, dónde, cómo y porqué surge la vida consagrada? Pues hay autores que dirán que la vida consagrada surge a partir de la siglo III, cuando ya se ha «oficializado» el cristianismo. Aunque yo personalmente pienso que la vida consagrada ya surge con los discípulos de Jesús. Por esto, si bien la llamada es para todos, no todos estamos llamados a seguirle de la misma manera. Sería absurdo exigirle la misma observancia a una madre de familia que a un religioso de vida contemplativa. De esta manera, considero, que es idóneo, ante la presente reflexión, hacer la debida diferenciación de los distintos estados. Es verdad que hay una sola llamada, un sólo ofrecimiento, pero también es cierto que hay muchos caminos para seguirlo. Por lo tanto, queridos hermanos, seguid a Dios por donde Él mismo os llama. Ya que todos los caminos conducen al mismo fin: Jesucristo. Y si todos los caminos conducen a Jesús, todos son buenos.
La vida consagrada surge donde hombres y mujeres descubren la exclusividad de Dios en sus vidas. La vida consagrada no surge cundo en el siglo III se “oficializa” el cristianismo. Mucho antes, las vírgenes consagradas eran mujeres que habitaban recogidas en sus casas, con sus familias, con una manera de vivir casi eremítica. Hacían su voto de virginidad en las manos del obispo. Se sabe que hombres lo hacían también.
Lo que la meditación exprime es que Sólo hay una espiritualidad para todos, sin distinción. Obispo, monje o laico, y esa es la espiritualidad monástica. Monástico tiene su origen en “monos” – UN, UNO. Y eso significa la persona unificada que tiene un solo Señor.
Y San Juan Crisóstomo afirma “Los que viven en el mundo, aunque casados, deben ser semejantes a los monjes. Todos tienen la misma responsabilidad”. Y eso es verdad.
En este texto de Eudokimov no se habla de observancias. Eudokimov las ignora: él, hombre casado con hijos (después de su muerte un hijo continua su reflexión teológica) tiene plena conciencia de lo que escribe. Habla de exclusividad de Dios, de oración, de camino, de ser testigo, de vivir el combate espiritual. Eudokimov era un laico, vivía cerca de Paris, con su familia, contactaba con monasterios ortodoxos y católicos y contactaba con el mundo de los Laicos. Ha entendido la unidad existente.
Para nosotros, este texto nos aclara en nuestro camino, en nuestra vocación. Y nos muestra algo: podemos vivir aquí y ahora el esencial de la vida monástica que va más lejos y que es más que las observancias.
Muchas gracias por tu comentario hna. María de Cristo crucificado. Creo que son oportunas varias aclaraciones si me he explicado mal:
*) Digo en el primer post que la vida consagrada ya surge con los dicípulos de Jesús.
*) Creo que la llamada a la vida espiritual es efectivamente una, porque uno es el mismo Señor. Y todos tenemos esta llamada en nuestros corazones, incluso los que no creen o los fieles de otras confesiones.
*) Pero esta llamada se divide en los diferentes estados de la vida cristiana. El ideal monástico es uno de tantos caminos. La oración y el silencio no son privilegio de la vida monástica, sino expresiones de la vida cristiana. El monje se retira para vivirlos en soledad. Además, espiritualidad no es igual a vida monástica. De esya manera, podemos caer en el error de identificarlo con lo cual hacemos del laico un monje y obligamos al laico a un voluntarismo alienante o bien hacemos del monje un laico con lo que diluimos la esencia de la vida monástica.
A cada uno su camino y Dios en el de todos. ¿No crees querida hermana?
Estimado hermano:
En esta meditación de Eudokimov no hay la intención de hacer que los monjes y los seglares sigan la misma vida. Lo que pretende acentuar es una vocación común a los seglares y los monjes que se exprime esencialmente en estas expresiones: “Cuando Cristo, dice San Juan Crisóstomo, llama a seguir el camino estrecho, Él llama a todos los hombres. El monje y el secular deben llegar al mismo fin.” Repito lo que escribí a otra participante. Es decir, se intenta congregar en un llamamiento y un fin común los monjes y los seglares que viviendo cada uno a su manera- monástica o seglar – quieren “salvarse”, “llevar una vida según el Evangelio”, “buscar la única cosa necesaria”. No me parece que en esta Fraternidad Monástica Virtual en cada uno asume la dimensión monástica en cotidiano, en lo que puede, según sus circunstancias personales, seamos voluntaristas y alienados, ni diluimos la esencia de la vida monástica, vivida esencialmente en los monasterios. Como tú dices, hermano, “a cada uno su camino y Dios en el de todos”.
Esta publicación ha respondido de manera «simultánea» a una inquietud que le presentaba en un mail a la hna María esperando que atraves de ella como es atraves de todos, en tanto instrumentos de Dios, el Señor me hablaría , me guiaría … Es la Común Unión de los Santos !
Aleluia! Bendito es el que viene en nombre del Señor ! Aleluia!
Señor danos Fé así podremos seguir Tú Camino.
Es curioso, un grano de mostaza es más chiquitin que uno de trigo ¡¡pues ni eso!! ¿tanto teatro hago conmigo mismo?
Haces así tanto teatro contigo mismo, uno más?
Te puedes poner esta pergunta: «Porque hago teatro conmigo mismo se Dios me quiere como soy?»
Fue un básamo para mi leer estas palabras, pues soy laica y casada, más la vida del monje, con su «ora et labora» perfectamente se puede dar también en el estado laical. Ya que consiste en vivir cada instante con plena atención en lo que se hace, no vivir «distraídos» sino estar donde se está y hacer en todo momento lo que conviene a cada estado, ya sea célibe o casado.Todos los caminos convergen en Cristo, la vida consiste en dejar que Dios sea Dios, que nuestra vida tenga por centro a Jesús.
En toda persona está el resinto sagrado, en donde sólo Dios tiene acceso, Vivir desde ese Centro esa es la vocación monástica, con amor y simplicidad.
Gracias por todo lo que nos aportan. Qué el Señor, ¡siga inspirando!