La paz del corazón
«La mayor plenitud de nuestra vida consiste en esto: tener a Dios continuamente en la memoria, suspirar por Él en nuestro corazón, llevarlo siempre en los labios, grabar sus palabras en lo más profundo de nuestra alma, hacer o dejar todas las cosas por su causa, y no dirigir nuestra mirada y nuestra atención a nadie sino a Él solo.
Por tanto, que nuestros ojos estén amorosamente fijos en Él y nuestros oídos escuchen sus palabras; y que nuestro corazón, nuestra mente y nuestro espíritu lo abracen con amor.
Si le ofendemos, reconciliémonos con Él mediante la oración. Si nos pone a prueba, abandonémonos a Él confiadamente. Si se oculta, busquémoslo sin descanso hasta encontrarlo y, una vez hallado, conservémoslo con la dignidad que se merece.
Estemos en movimiento o en reposo, bebamos o comamos, llevemos siempre grabado en nuestros corazones el noble sello del dulce Nombre de Jesús.
Si no podemos hacer otra cosa, grabémoslo al menos con los ojos en nuestros corazones y llevémoslo en los labios por todas partes.
Cuando estemos despiertos, tengámoslo siempre en la memoria para que, mientras dormimos, soñemos con Él y digamos con el profeta: «Oh Dios, eterna y dulce Sabiduría, qué bueno eres para el alma que te busca y a Ti solo desea!»
Amén…
Sí, eres realmente maravilhoso, caminar solamiente comtigo, senior, pués és o todo de nuestra vida! Que más podremos querer? Sí tenemos a Tí, tenemos al todo! Louvemos e adoremos Tu Santo Nombre, Jesus!
tal ves aun hayan muchos seres que duden de el de su nombre, pero es solo la experiencia primera el ser terrenal y el cristo que podrán descubrir que Jesús es verbo no sustantivo como lo dice ricardo arjona en su cansion
Que hermosos los pies del que anuncia el Evangelio. Que bueno es alabarTe Senor y cantar a Tu Nombre. Anunciar por la manana Tu misericordiadad por la noche Tu fidelidad