La paz del corazón
Salomón decía esto a su hijo, pero has de tomarlo como dirigido a ti mismo, y entiéndelo espiritualmente, según el sentido que yo, poniéndome en su lugar, voy a explicarte.
Mi querido amigo en Dios, pasa por alto las interminables y complicadas investigaciones del intelecto y da culto al Señor tu Dios con todo tu ser. Ofrécele tu mismo yo con toda simplicidad, todo lo que eres y tal como eres, sin concentrarte en ningún aspecto particular de tu ser.
De esta manera no puede dispersarse tu atención ni enredarse tu afecto, pues ello estropearía tu unidad de corazón y consiguientemente tu unión con Dios.
Con las primicias de todas tus ganancias. Se refiere aquí al más importante de todos los dones especiales de la naturaleza y de la gracia que se te han otorgado al crearte y se te han fomentado a través de los años hasta este momento.
Con estos dones de Dios, estos frutos, estás obligado a nutrir y ayudarte no sólo a ti mismo sino a todos los que son tus hermanos y hermanas por naturaleza y gracia. A los más importantes de estos dones los llamo primicias. Es el don del ser mismo, el primer don que recibe toda criatura.
Cierto que todos los atributos de tu existencia personal están tan íntimamente ligados a tu ser que de hecho son inseparables de él. En cierto sentido, sin embargo, no tendrían realidad alguna, si tú no existieras antes que ellos.
Tu existencia, por tanto, merece ser llamada la primicia de tus dones, porque realmente lo es. Solamente ser ha de llamarse la primicia de tus frutos.
Entregar me al Senior,de fuerma que soypués El me quiera así,e yo o necesito! El me transforma de acuerdo com su voluntad e yo le doy mi voluntad. ya non soy yo que vivo, péro, El viv en mí e yo en El.