El Santo Nombre
La paz del corazón
Empezar con lo que tenemos
Herman@s en Cristo Jesús.
Os acercamos hoy este post de diciembre de 2011 que colabora con el trabajo sobre la atención.
¡Buen domingo en presencia del Señor!
«Sabemos que la gracia del Espíritu está siempre accesible para quién le abre la puerta…
¿Cuál es nuestra parte? ¿A que aplicar la voluntad para facilitar la acción de lo divino en nosotros?
Hay que empezar por lo que se tiene y lo primero que tenemos es el momento en el que estamos.
Hay que dejar de lado las consideraciones sobre cuanto hemos pecado o si esto otro o lo de más allá:
Debemos abstraernos de todo ello y poner atención, orden y pulcritud en lo que tenemos entre manos en ese instante preciso».
Aquí el texto completo
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4 Comments on “Empezar con lo que tenemos”
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Es para mí la primera vez que leo este post pero me ha gustado mucho.
Por mi forma de ser tiendo a buscar la perfección en lo que hago por el propio placer de las cosas bien hechas, aunque sean insignificantes, aunque sólo sea lavar la vajilla.
Pero nuestra sociedad no valora éso sino, más bien, sólo la rapidez, aún a costa de no dejar las cosas bien acabadas. Por eso he sido objeto de críticas con frecuencia, tanto en el ámbito laboral como familiar.
Ahora lo intentaré de nuevo, no yo sola, sino invocando su Santo Nombre.
Muchas gracias por los textos (este, de día 22-12-2012 y el anterior publicado el 20-12-2011). Por enseñarnos la importancia de acometer las tareas diarias poniendo lo mejor de nosotros, realizándolas como en liturgia, y por mostrarnos como hemos de levantarnos en las caídas. Gracias por todo lo que nos enseña.
El Señor lo bendiga por su apostolado
me gusta, lo sencillo siempre es lo más eficaz
Gracias de nuevo por esta entrada. Me parece muy buena la idea de ir repitiendo textos ys escritos con anterioridad, eso nos posibilita el ir profundizando en ellos cada vez más.
Somos entes olvidadizos y necesitamos que se nos repitan las cosas una y otra vez.
Jesús nos alcance la gracia de hacerlo todo con esmero, en este momento, como si todo dependiera de nosotros, sabiendo, sin embargo, que todo depende de El.
Un saludo invocando Su Nombre.