Sólo amar es mi ejercicio

(…) María, Madre mía, Tú ya sabes lo que me pasa. No quiero emplearme más que en una cosa, en amar a Dios…, sólo en eso; aunque el mundo me llama, aunque humanamente los hombres crean que soy inútil, que pierdo el tiempo. Señora, díselo a tu Hijo, ponme a sus pies y dile que no sé hacer otra cosa, y que ya sólo es amar mi ejercicio.

Carta nº6 22 de Noviembre de 1935

Escritos Vida y Hno Rafael

13 Comments on “Sólo amar es mi ejercicio

  1. NO HAY UN SER VIVO (DIGASE PLANTA, ANIMAL,) QUE NO TENGA NECESIDAD DE SENTIRSE AMADO Y DE DAR AMOR, CON CUANTA MAYOR RAZÓN UN SER HUMANO,SI UN SOLO PENSAMIENTO DEL HOMBRE BALE MAS QUE TODO EL MUNDO (DICE S. JUAN DE LA CRUZ) TU BALE MUCHO MAS, SOLO POR QUE PUEDES AMAR, PUEDES DAR AMOR Y RECIBIR AMOR QUE EQUIVALE A DAR Y RECIBIR A DIOS QUE ES A M O R. ALABADO SEA JESUCRISTO.

  2. Señor Mío y Dios Mío, ten compasión de mí que soy un pecador!. Desde lo más profundo de mi corazón clamo»Tú que eres Amor haz mi corazón semejante al Tuyo»

  3. Claro humanamente hablando somos seres limitados y con defectos, no inútiles. Pues Dios nos ha dado todo para desarrollarnos como personas dignas, creo que lo más importante es que tenemos la capacidad de Amar, desarrollar esa potencia es casi como una obligación… Todo ser humano tiene la capacidad de «Amar» en el llamado que cada uno tiene.
    Nuestras debilidades nos hacen imperfectos, sí. Pero acaso Dios no las utiliza para un bien mayor?. Ofrezcamos nuestras debilidades al Dios de la vida y que nos haga fuertes en las batallas y victoriosos en Su Amor.

  4. Amar al Amor, en la vida cotidiana, amando a otros amados, a otros amantes, y a aquellos q no aman,q son quienes mas necesitan del amor

  5. Hermanos en Cristo Jesus. Hace un tiempo comencé a seguir las publicaciones de esta página y cada vez me siento con mayor fuerza la necesidad de acercarme a esta comunidad. Hace pocos años que escuché, o mejor dicho, presté atención al llamado del Señor y ya es tarde para pensar en ingresar a una orden monástica. Quiero interiorizarme de todo lo publicado, pero, ¡es tanto! que no se por dónde empezar. En el «Breve Tratado de Oración Contemplativa» dice que si no contamos con un maestro de oración nos entreguemos al Espíritu Santo. A Él estoy invocando, pero al mismo tiempo ruego a aquel que pueda ayudarme me oriente en el camino. Me encomiendo a sus oraciones.

  6. Amarlo a El…amar a todas sus criaturas…amar a toda la creación…Gracias mi amado por hacerme capaz de amarte…gracias mi amado por Amarme así…

  7. Yo quisiera amar mas ya no puedo. Mi corazon esclerotico y endurecido por el desamor. Recostado al borde del camino, limpiando con una teja mis costras, grito !! Señor si quieres puedes limpiarme!! !! Hasta cuando Señor tendre q esperar a q Tu sombra me cubra!! MARANNATHA

  8. En este momento, en que mi corazón está partido, llega esta oración. Mi deseo es amar, pero aún ni eso se hacer, o lo hago mal. Realmente me siento inútil de todo y para todo. Ten piedad de mi Jesús!!!

    • Los corazones partidos encuentran su hogar en la unidad del corazón de Cristo. Nuestro deseo esencial es amar y ser amados. No lo hacemos mal. Hacemos lo que sabemos hacer. Inutil? todos somos siervos inutiles

      • Así es Gracias Hermana!

    • Lo que para nosotros es «deseo» (de amar), para Dios ya está realizado. Sufrimos más bien por no tener constatación clara de que amamos a Dios, pero ante Él, por nuestro deseo, ya lo amamos, imperfectamente, pero amamos, y Él sabe bien de nuestras dificultades. Como también Él existe y nos ama «a rabiar»…con independencia de que lo «sintamos» o creamos. No hay realidad mayor que ese Amor. Y que, a mayor impresión de oscuridad y ruptura del corazón, mayor es Su abrazo. Las «impresiones» personales no corresponden (en la vida espiritual) a «realidades». Podemos por tanto tener la impresión fuerte de ser un completo fracaso o de ir hacia atrás en la vida de intimidad con Él, pero ante Dios no es verdad. Bueno es dejarse acompañar por personas expertas, apoyarse en ellas, y bueno es también dejarse querer por Dios y tener paciencia, y si no la hay, esperar con terca confianza, a que Él nos la de. ¡Ánimo!.

Deja un comentario