La Sabiduría de la Debilidad

sem nomeMuy queridos hermanos en Cristo, es una gran bendición del Señor, un don, gozar del privilegio de la fraternidad y caminar por este desierto cuaresmal que nos conduce a la Pascua apoyados en Cristo y en los hermanos.

Frente a esta sociedad individualista, es una gracia sabernos Pueblo de Dios por los méritos de Jesucristo; saber que vamos hacia la Ciudad Futura, con un oriente, con un sentido en la vida, teniendo siempre presente de dónde nos ha rescatado y nos rescata cada día el Señor. Y decir con Abraham, nuestro padre en la fe: “Mi padre fue un arameo errante.”

Durante este tiempo cuaresmal, como siempre, viene en nuestra ayuda la santa Madre Iglesia, que como una madre nos da lo que nos hace falta. En uno de los prefacios eucarístico-cuaresmales dice el presbítero: “Porque con nuestras privaciones voluntarias nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones, a dominar nuestro afán de suficiencia y a repartir nuestros bienes con los necesitados, imitando así tu generosidad”. En este párrafo del prefacio se afirma que todos tenemos afanes de suficiencia que conviene dominar; por ello, unamos esta tarde y cada día nuestra oración con esta intención, intentemos privarnos voluntariamente de algo para que Él nos conceda el don de dominar este afán de creernos capaces y para que nos regale “convertirnos y creer en el Evangelio”, cantando, por añadidura con el salmista: “Señor, mi corazón ya no es ambicioso, ni se eleva con soberbia mi mirada, ni voy en busca de cosas grandes que son superiores a mis fuerzas” (Sal 131).

Aun estando en el ecuador de nuestra travesía cuaresmal, queremos hoy recordar con vosotros la solemnidad de la Presentación del Señor, la Jornada de la Vida Consagrada. El Papa Benedicto XVI, hoy emérito, nos decía así en su exhortación a los consagrados: “Os invito a vivir una fe que sepa reconocer la sabiduría de la debilidad: justamente en las limitaciones y en las debilidades humanas estamos llamados a vivir con Cristo, en una tensión integral. El gozo de la vida consagrada pasa necesariamente a través de la participación en la Cruz de Cristo”. Hoy, a la luz del acontecimiento de la renuncia del Papa al ministerio petrino, ha cobrado vida esta afirmación. Damos gracias a Dios no solo por sus palabras, sobre todo por su vida, en la que las vemos cumplidas [….] Que tanto para ella como para toda la Comunidad, las palabras escuchadas sean socorro de nuestra flaqueza.

Hoy nos despedimos con la confianza de que el Viñador cavará nuestra tierra y la abonará, y si Dios quiere, daremos fruto a su tiempo.

Unidos en el camino, dejémonos querer por nuestro Padre y los hermanos

Carta de las Monjas del Monasterio de Buenafuente del Sistal

3 Comments on “La Sabiduría de la Debilidad

  1. Ya lo expresó San Pablo,nuestra debilidad es la que nos hace fuertes.Somos -como escribió Pascal-,una caña pensante.Débil en lo fisico pero con la dignidad del pensamiento.Es fundamental pensar bien,que nos conduce a la virtud.

  2. amen, que Dios nos de siempre y la ejecitemos esa sabiduria. El cavara nuetsra tierra y la abonará- con gran cariño por el Papa francisco y su antecesor, sigo con alegria en esta fraternidad de hermanos reales-virtuales. Gracias.

  3. Amados Herman@s:
    Estos días atrás, plantaba unos retoños de viña; el exceso de lluvia se llevó el poco mantillo que les puse, con el agua de lluvia tienen bastante pero la tierra es muy arcillosa y con restos de antiguas edificaciones, hay que estar pendientes todos los días, quiero que crezcan, que den hojas, frutas. Nuestro Señor me ha plantado igual, me ha puesto el mantillo y está constantemente pendiente de mí crecimiento, es Él quien me edifica, yo solo tengo que dejarme hacer y recoger Sú Palabra (mantillo, abono,agua),hacerla carne de mí carne y algún dia la obra de Nuestro Señor me hara florecer, echar hojas, dar fruto y quien sabe si no me tendrá preparado el convertirme en parra.

Deja un comentario

Descubre más desde El Santo Nombre

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo