II DOMINGO DE PASCUA – Domingo de la Divina Misericordia

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 ¿Cómo, Señor, puede uno confirmarse en la fe palpando las heridas? ¿Por qué te has  mostrado con las señales de tu Pasión, cuando ya estás glorioso? ¿Qué quieres decirnos con tu invitación a palpar las huellas de tu entrega?

 En el encuentro de Jesús con el apóstol Santo Tomás,  cuando el Señor acepta lo que quería el discípulo, palpar los agujeros de los clavos, se descubre el mejor testimonio de que el Crucificado era el mismo que el Resucitado. Por ello, nuestras heridas recuperan un sentido profético, y son ocasión propicia para ungirlas de luz pascual.

 El bálsamo que enjuga nuestro sufrimiento es, sin duda, la misericordia divina. Gracias al perdón y a la compasión de Dios, nuestras historias más negativas se pueden convertir en experiencias trascendentales y luminosas, por el conocimiento de nosotros mismos  que nos dejan y la sabiduría que nos aportan.

 Traigo como ofrenda de Pascua las palabras sobre la misericordia divina que el papa Francisco nos está regalando en todas sus intervenciones;  es el secreto para avanzar  por el camino de la existencia en vez de resentidos y humillados, agradecidos y creyentes. Sólo en las palabras que nos dirigió en el premier “Angelus”, cita por 10 veces la misericordia: 

 “Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios, este Padre misericordioso que tiene tanta paciencia… Recordemos al profeta Isaías, cuando afirma que, aunque nuestros pecados fueran rojo escarlata, el amor de Dios los volverá blancos como la nieve. Es hermoso esto de la misericordia”.

 “El mensaje de Jesús es éste: La misericordia. Para mí, lo digo con humildad, es el mensaje más fuerte del Señor: la misericordia” 

“Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios y se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma”.

“En realidad, Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón”

 Una oración avalada por el Evangelio es la del ciego de Jericó: “Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí”. Y se le abrieron los ojos.

Angel Moreno de Buenafuente

4 Comments on “II DOMINGO DE PASCUA – Domingo de la Divina Misericordia

  1. PAZ Y BIEN, A DIOS NO SE LE TRATA DE COMPRENDER SI NO DE SENTIR, Y ASI SEREMOS REFLEJO DE EL, BENDICIONES

  2. ¡OH! Mi SEÑOR. ¿Que puedo decirTe? No Te pido ver Tus llagas, solo Te suplico me inunde tu oración en el Huerto de los Olivos. Que cada latido de mi corazón sea una expresión de fe y amor hacia Ti

  3. Hno Horacio de Jesús Crucificado FMV

    Creo en Ti, oh Dios del amor y la misericordia. Gracias oh Padre eterno por el amor que me das, por el perdón que día a día me das al, pecar contra ti, y por la gran misericordia que tienes para con mis debilidades. «Señor Jesús, hijo único de Dios, ten compasión de mi que soy un pobre pecador. Creo Señor en tu resurrección. No necesito «meter mis dedos en los agujeros de tus heridas, ni mi mano en la herida de tu costado» para convencerme de que has resucitado de entre los muertos. Creo en Ti porque en Ti encuentro, día a día, que eres mi único y verdadero señor. Quiero amarte siempre Señor. Señor, ten misericordia de mi y del mundo entero. Abre tu corazón para yo meterme dentro de el y permanecer siempre dentro de TI, oh mi bien amado Jesús.,

  4. NO SOY HISTORIADOR PERO TENGO SUFICIENTES DATOS CIENTIFICOS DE LA REALIDAD HISTORICA DE JESUS Y GRAN PARTE DE SU PALABRA Y HECHOS. NO OBSTANTE ES INCOMPRENSIBLE, COMO BIEN DICES ALGUNOS MILAGROS, ALGUNAS PALABRAS Y DESDE LUEGO LA «MISERICORDIA INFINITA» SE SALE TOTALMENTE DE LAA RAZÓN HUMANA. POR OTRO LADA RECORDANDO WUE LE «LA FÉ » ES UN DON DEL E. S. MI ALMA SE SOSIEGA EN TODO AQUELLO DE CRISTO QUE NO PUEDO COMPRENDER.

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