Este texto de San Justino, aproximadamente del año 160, está extraído de su «Primera Apología».
Es la descripción más antigua que tenemos de la Eucaristía, y nos ilumina en el concepto que los primeros cristianos tenían de la presencia real de Cristo en la misma, y de la celebración como verdadero sacrificio, en el que el Logos es glorificado por medio de Su ofrenda.
Este sacrificio fue profetizado por Malaquías y anula todos los demás holocaustos, tanto de los judíos como de los paganos.
66. «Y este alimento es llamado entre nosotros Eucaristía, y a nadie es licito participar del mismo, sino al que crea que son verdaderas las cosas que enseñamos, haya sido lavado con el bautismo ya dicho, para el perdón de los pecados y la regeneración, y viva de la manera que Cristo mandó.
Porque no tomamos estas cosas como pan común ni como vino común, sino que, así como Jesucristo, nuestro Salvador, hecho carne por el Verbo de Dios, tuvo carne y sangre para salvamos, así también hemos recibido por tradición que aquel alimento sobre el cual se ha hecho la acción de gracias por la oración que contiene las palabras del mismo, y con el cual se nutren por conversión nuestra sangre y nuestras carnes, es la carne y la sangre de aquel Jesús encarnado.
Porque los apóstoles, en sus comentarios que se llaman Evangelios, enseñaron que así lo había mandado Jesús, a saber, que Él, una vez recibido el pan y habiendo dado gracias, dijo: “Haced esto en memoria mía; éste es mi Cuerpo”, y que habiendo recibido igualmente el cáliz y dadas gracias, dijo: “Esta es mi Sangre”, y que a ellos solos lo entregó. Y para que esto se hiciese también en los misterios de Mitra, los malos demonios, que lo imitaron, lo enseñaron. Porque o sabéis o podéis investigar fácilmente que el cáliz de agua se pone en los misterios de aquel que es iniciado, añadiendo algunas palabras».
PAZ Y BIEN, QUE IMPORTANTE ES CONOCER LOS PRINCIPIOS EUCARISTICOS EN LOS COMIENZOS DEL XTNO, ANIMO