La paz del corazón
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« … Sí, hermano, sólo serás testigo
cuando al partir y compartir el pan
se pueda ver en tus manos,
como en Emaús,
el reflejo luminoso de tu amor
plenamente entregado,
en el compromiso que te ata a la Cruz
y en la gozosa libertad de la Resurrección a la Vida.
Haz con «Él» la ruta,
descubrirás Su rostro,
y la verdad de Su vida en las manos,
cuando, juntos, lleguéis a Emaús».
“Peregrino del silencio” Jaume Boada i Rafí – Editorial: Narcea
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PAZ Y BIEN, QUE NUNCA DEJEMOS DE TRATAR DE SER REFLEJOS DE DIOS NTRO SEÑOR, ANIMO
Señor: que siempre te sea fiel!!!
Me viene a la mente estas palabras de Teresa de Lisiex..»en la tarde de esta vida, compareceré delante de vos con las manos vacías…» Se que solo seré juzgado en el amor.
¡Oh Jesús! que no busque yo, ni encuentre cosa fuera de ti. Jesús, no te pido más que la paz, y también el amor, el amor infinito, el amor cuyo centro no sea yo, sino tú.
Con Jesus todo…!sin El nada…!
Bendito y Alabado sea Dios…!