“Sígueme!” (Mt 8,22)

Jesús vio a un hombre sentado al mostrador de los impuestos…” Su nombre era Mateo. “Sígueme” le dice. Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano y, porque lo amó, lo eligió, y le dijo: “Sígueme, que quiere decir: “Imítame”. Le dijo: Sígueme, más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que permanece en Cristo debe vivir como vivió él (cfr. Jn 2,6)…

Mateo “se levantó y lo siguió”. No hay que extrañarse del hecho de que aquel recaudador de impuestos, a la primera indicación imperativa del Señor, abandonase su preocupación por las ganancias terrenas y, dejando de lado todas sus riquezas, se adhiriese al grupo que acompañaban a aquel que él veía carecer en absoluto de bienes. Es que el Señor, que lo llamaba por fuera con su voz, lo iluminaba de un modo interior e invisible para que lo siguiera, infundiendo en su mente la luz de la gracia espiritual, para que comprendiese que aquel que aquí en la tierra lo invitaba a dejar sus negocios temporales era capaz de darle en el cielo un tesoro incorruptible (Cfr. Mt 6,20).

Y sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores vinieron a colocarse junto a él y a sus discípulos. La conversión de un solo publicano fue una muestra de penitencia y de perdón para muchos otros publicanos y pecadores. Ello fue un hermoso y verdadero presagio, ya que Mateo, que estaba destinado a ser apóstol y maestro de los gentiles, en su primer trato con el Señor arrastró en pos de sí por el camino de la salvación a un considerable grupo de pecadores.

San Beda el Venerable (c.673-735), monje benedictino, doctor de la Iglesia, Homilías sobre los evangelios,

 

9 Comments on ““Sígueme!” (Mt 8,22)

  1. Queridos hermanos en Xto: Es notable esta narración de la llamada de Mateo, y a mí, en lo personal me toca particular y profundamente en cuanto me encuentro.
    Es notable el uso de la expresión: Levantarse («entonces se levantó y lo siguió” Mt 9,9b) esta expresión «levantarse» aparece repetidas veces en las escrituras: Ej: Cuando El señor se dirige en sueños a José: «Levántate, toma a la Virgen y al niño, y huye a la tierra de Egipto” (Mt 2,3); En la parábola del hijo prodigo: “Entonces se levantó y emprendió el camino de regreso” (Lc 15, 20) y tal vez una de las más conocidas: La resurrección de la Hija de Jairo: “niña a ti te digo, levántate” (Lc 8,54). El común denominador en todas estas citas es que existe una TRANSICIÓN, esto es: un antes y un después, de esclavo a hijo, de recolector de impuestos a apóstol. . . de un estado de muerte a un estado de vida.
    Pero esto no ocurre de un día para otro, ni tan fácil pues esta transición implica una RESPUESTA, una renuncia, total y plena al estado anterior, y eso solo es posible para un alma generosa en la cual el sentir está en armonía con su voluntad. Es penoso comprobar los muchos que se negaron al llamado de Cristo: El joven rico; Aquel hombre que primero debía despedirse de sus familiares; y otro que primero debía dar sepultura a su padre. Ellos “miraron hacia atrás” como la esposa de Lot, prefirieron el estado de muerte al desafío de vivir, prefirieron yacer en tierra a estar de pie, optaron por quedarse en el camino en vez de caminarlo.
    Amigos: el camino que hemos de caminar no es otro Cristo mismo, solo así, haciéndonos similares al hijo muy amado el Padre nos reconocerá desde lejos y saldrá a nuestro encuentro y nos vestirá con el vestido de la Gracia. Si, seguimiento es imitar, optar cada día por aquel que se levantó de entre los muertos y con su poder sigue levantando muchas almas, y entre todas ellas . . . la mía.

  2. PAZ Y BIEN, UN TESTIMONIO MAS DEL AMOR DE DIOS Y DE UNA RESPUESTA TOTAL AL SEÑOR, BENDICIONES

  3. Acompañando a Mateo en Su mesa, pido MISERICORDIA para todos y para mí

  4. Dejarme mirar por Cristo, sentir su mirada q arde en mi corazón y desde allí hacer una mirada contemplativa de lo q vivo todos los días, en mi trabajo, en mi familia, con mis amigos incluso con es@ herman@ desconocid@ con el me cruzo en la calle. Las obras?… creo q se darán por añadidura.

  5. COn el rostro lleno de verguenza me declaro pecador Señor y desde ese estado me has llamado a que al igual que Mateo deje todo el pasado y mepeize el timepo de arrepentimiento.
    Gracias por tu bondad que seria de mi si tu no me hubieses llamado-

  6. Soy Mateo. Pecador, desleal con Dios, infiel a la alianza que ha hecho conmigo. Perdón Señor mis pecados. Ven a mi corazón y saname, para seguirte por siempre Señor. Llámame como a ese discípulo y prometo serte fiel, a pesar de mis faltas y errores.

  7. Permíteme seguir tus sendas y así llegar a esa tierra prometida que has preparado para mi.

  8. Señor, me has escogido para que te siga como escogiste al apóstol Mateo, a pesar de mis pecados, faltas e infidelidades para contigo. Permite Señor que mi corazón te siga siempre. Ilumina mi vida con la luz de tu Espíritu a fin de que sea capaz de dejarlo todo para caminar junto a ti por el sendero de la luz, la vida, y la verdad.

    • Amén hermano….aqui estoy Señor para hacer tu voluntad

Deja un comentario

Descubre más desde El Santo Nombre

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo