La paz del corazón
Llamadas
(Mc 3,13)
20 abril, 2015 por Mater Dei.
Dios llama a todos, porque su voluntad es que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Llama sin condiciones, gratuitamente, porque quiere y como quiere, sin pedir el curriculum vitae. No estás entre los suyos por tus méritos y cualidades, por tu valía personal, por tu forma de ser, por tu cualificación profesional. No estás aquí por lo que haces o vales.
Nada de eso cuenta para Dios cuando se trata de elegir y llamar no según los criterios del mundo sino según sus planes y su voluntad.
No te refugies en tus defectos de carácter, en tus rarezas, en tus ocupaciones, en tu poca formación, en tu fe débil y vacilante, en tantas y tantas excusas con las que justificamos nuestra omisiones y nuestra pereza para la entrega apostólica.
Pregúntate, más bien, hasta qué punto has tomado conciencia de que Dios te llama y cuenta contigo, y cómo es la respuesta de tu vida.
No pienses que eso de ser apóstoles es para otros que están hechos de una pasta especial, que tienen todo el tiempo del mundo para dedicarse a ello o que reciben de Dios gracias extraordinarias para ello que a ti, en cambio, no te da.
No habiendo entre los Doce ningún apóstol completamente perfecto y dotado de todo lo que se necesita para ser apóstol, el Señor, sin embargo, contó con todos: con el que le negó tres veces, con el que le traicionó, con el que tenía fama de impostor y corrupto por recaudar impuestos, con los que sólo pensaban en hacer carrera y buscar el puesto a la derecha o a la izquierda.
La llamada de Dios no es para otros, para los demás; es para ti.
Ni la edad, ni las condiciones de salud, ni el trabajo, ni el estado de vida, ni las circunstancias familiares, ni tus defectos de carácter o tus limitaciones de cualquier tipo han de ser obstáculo o excusa para tu vida de oración, tu apostolado o tu entrega a Dios.
PAZ Y BIEN, ME GUSTO MUCHO ESTA PUBLICACION TAN CIERTA, ANIMO
Señor, te encomiendo estos días de encuentro contigo, en Monasterio Trapenses. «Jesús hijo de Dios te piedad de mi «..en ti confío…..amén
Señor gracias por aceptarme tal cual soy, gracias amado jesûs por tu paciencia y si en algûn momento del dîa me olvido de vos, vos no te olvides de Mi.
Fantastico por ahi entro yo de todas maneras , les recuerdo mi peticion de siempre cuando me pueden contactar con algun Monasterio aca en Santiago de Chile o en otro lugar agradecido de antemano vuestro hermano en el Senor Ivan
Gracias hermano. Volvemos a responder que es usted quien tiene que tomar la iniciativa, según los comentarios anteriores. El Señor le diríja y bendiga. Fraternales saludos web el Santo Nombré
Gracias Señor por este mensaje…sé que tú me estás llamando, me estás esperando…..y sé también que perdonas mis pecados….mis debilidades, mis desiertos….
Señor, gracias por el amor que me das cada dia. Gracias por tenerme en tu Iglesia. Gracias por el don de la fe que me inculcas dia a dia.