La paz del corazón
«Cristo viene a nosotros siempre por un medio, es decir, su gracia y la diversidad de dones. Nosotros vamos también a Él por un medio: las virtudes y diferentes ejercicios. A medida que los dones concedidos por Él son más íntimos y más sutil su moción, nuestro espiritu se entrega a ejercicios más profundos y sabrosos.
Dios concede sus dones siempre nuevos y nuestro espíritu torna sin cesar a la unidad interior, conforme al modo con que Dios le solicita y llena de sus dones. En este encuentro recibe más regalos, cada vez más elevados. Así es como se crece sin cesar para alacanzar vida más alta. Este encuentro actual se hace siempre por intermediario.
Los dones de Dios, nuestras propias virtudes y la actividad de nuestro espíritu sirven de medio. Medio que es necesario a todos los hombre y a todo los espíritus. Sin este medio de la gracia de Dios y de la conversión amorosa libremente realizada, nadie podrá ser salvo.»
JUAN RUYSBROECK
Hermoso Alabado sea el Senor
Que profundo ,bello, y esperanzador. Gracias. Laudetus Jesucristo.
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¡Tantas veces nos distraemos, y confundimos los medios con el fin! Dios, en su plenitud, es nuestro anhelo, y el Espíritu usa los medios necesarios para llevarnos a su magnífica presencia.