La paz del corazón
«¡Oh amadas almas que esto leéis! , no os costará más (tender a la santidad): haced lo que ahora hacéis, sufrid lo que ahora sufrís; solo se trata de que cambiéis el corazón. Lo que se entiende por corazón es la voluntad, la disposición interior. Este cambio consiste pues en querer lo que nos llega por designio de Dios. Sí, la santidad del corazón es un simple fiat, una sencilla disposición de la voluntad conformándose con la de Dios: ¿Qué puede haber más fácil? Pues ¿Quién no podrá amar una Voluntad tan amable y tan buena? Amémosla pues, y por ese solo amor, todo en nosotros se tornará divino».
de página 23 del «Tratado del Santo abandono en la providencia divina» del padre Caussade.
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