La paz del corazón
Es algo que es necesario comprender, aunque puede no gustarnos al principio. Nuestra propia forma configura el mundo. Digámoslo de otro modo: veo según mi aptitud para ver. Si veo la oscuridad en el otro o si veo la luz que vive en él, depende más de la intención y la dirección de mi atención que de cualquier otra cuestión. El otro vive en su propio mundo, pero cuando me vinculo con él o ella activo una frecuencia u otra. ¿Soy un elemento perturbador o soy un factor de elevación, de redención, de aceptación?
No se trata solo de una cierta actitud positiva o de forzar un optimismo de la sonrisa perenne. Sino de darnos cuenta de que cada acción, cada emoción y sobre todo, cada intención detrás de mis movimientos, me va adentrando en un tipo de mundo o en otro. Es en este sentido que decimos que no hay acciones insignificantes. En el mundo espiritual (la verdadera sustancia del mundo) no rigen los valores ni los parámetros propios del mundo convencional que vemos como material.
Yo le preguntaba mucho esto a quién fuera mi maestro y siempre me llevaba al mismo punto: lo que haces puede ser más o menos importante, según sea la situación, eso es algo muy relativo. Pero el cómo lo haces es supremamente importante. Eso va unificando, formando, elevando y fortaleciendo tu espíritu o lo va fragmentando, debilitando, apagándolo en un letargo existencial. La misericordia de Dios todo lo repara finalmente, pero uno puede colaborar mucho.
¿Y ese cómo de que se trata? le dije de cien formas distintas a través de los años. «Del grado de atención al momento, de la intención que guía la acción concreta, de si lo haces ante la presencia de Dios y de que la finalidad de la acción esté en su misma ejecución y no solo en un propósito a futuro. Hablaba mucho del dar en la acción, en cuanto actitud des-posesiva. Una acción correcta sacia en su mismo hacer, no depende de los resultados de ella… Escuchando a Angela Volpini me ha resonado como un mensaje muy parecido y quizá proveniente del mismo sitio del mundo espiritual.
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