El tiempo de la presencia

La imagen es de Cathopic

Hay un modo de esperar que implica ansiedad e inquietud. Esa es la espera sicológica, que busca algo para sí. Es una espera que siempre tiene algo de angustioso, de apremiante y cuando lo buscado se demora uno se desespera. Hay otro tipo de espera que se apoya en la íntima certeza. Es como una especie de fuerte presentimiento. Uno sabe que el amanecer vendrá, no hay dudas de ello. En medio del campo, en una noche estrellada, cuando estas se van difuminando anticipamos el despuntar del sol.

Hay señales claras de ello. El movimiento de las aves y los primeros trinos; el sutil clarear de la luz allá en el horizonte y hasta la brisa se entona reverente ante el señor de los días. Allí se espera sin ansiedad, testificamos la luz que viene y lo inundará todo; es una vigilia calma que sigue atenta los signos que la preceden. Es vigilancia en la celebración del bien venidero. La luz precede al sol y lo anuncia, del mismo modo que Juan proclamaba la venida del Cristo.

Adoptar el tiempo litúrgico como cadencia interior nos entrelaza con un ritmo sagrado. Es seguir hermanados la historia de la salvación. Es la aventura de como los hombres buscan a Dios desde el principio de los tiempos. Dios vino, sin embargo viene y también vendrá. Él siempre está en un presente sin tiempo; en ningún lugar y en todos los lugares. ¿Qué misterio es este? Es el secreto más oculto y evidente a la vez.

Dios viene… ¿No lo sientes? Hay que callar y atentos velar. Es una fuerza indetenible, nada puede frenar ni interrumpir el calmo paso de la gracia. Escuchemos esa voz muy suave que brota en la calidez del corazón.

elsantonombre.org

Enlaces de hoy preparando el Adviento:

Homilía de Benedicto XVI en las primeras vísperas de Adviento de 2009

El Padre Melloni SJ el año anterior haciendo una lectura y comentario de Adviento:

2 Comments on “El tiempo de la presencia

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