La paz del corazón
A veces no logro conectar con la divina presencia en el cotidiano. Los hechos, las personas y las cosas se aparecen sin brillo, carentes de sentido, se muestran opacas o deslucidas. Todas las tareas se hacen cuesta arriba como si fueran difíciles y pesadas. Sin embargo ayer todo parecía bello y me sentía muy cerca de Dios… ¿Qué hacer?
Esa opacidad, esa densidad de la percepción que hace difícil cualquier tarea… tú la estás observando. Adviertes esto que ocurre y en ese «darte cuenta» te sitúas como el testigo de lo que sucede. Afirma tu estar ahí, distingue lo observado del que observa, el que mira de lo mirado y deja a un costado el deseo de que las cosas sean diferentes. Dejar el deseo a un costado es no sostenerlo, no defenderlo, lo miras y lo dejas, lleva tu atención hacia la constatación de todo lo que aparece en tu horizonte perceptual.
¿Dónde crees que está Dios presente? ¿En la liviandad que en ocasiones sientes cuando te embelesas por algo bello que observas?¿En la ternura ocasional, en la claridad de la comprensión? Sí. Pero Dios está en todo. Su presencia es el fondo silencioso donde adviertes todas estas variaciones. Y, sobre todo, Dios se asoma en tu darte cuenta. ¿Respira tu cuerpo? ¿Late tu corazón? ¿Se conmueve tu ánimo? ¿Te alegras, te apenas, te dispones? Todo ello descansa en Dios, en aquello incomprensible que permite toda manifestación.
Me dices ¿Qué hacer? No hagas nada. Solo ve al centro del dolor o de la angustia o del tedio y allí aguza el oído interior. Calla y escucha… espera quedamente y oye la eterna salmodia que se eleva desde el corazón humano, un canto suave que es súplica y alabanza. Algo está rezando en ti, unas manos invisibles se elevan como plegaria y ofrenda, es el Espíritu inmaterial que comulga sin interrupción con la divinidad. Eres tú que llamas al Padre, el hijo pródigo que regresa a casa, el que busca la unidad.
Ya viene y se aproxima, desde el inicio del universo no hace más que acercarse. Es Dios quien nos busca, solo hay que dejarse atrapar. «¡Dios mío, ven en mi ayuda, apresúrate Señor a socorrerme!»
Hermanas y hermanos aquí os dejamos dos clases de (Filocalía) y (Fenomenología) para dar a conocer las diferentes temáticas y el modo en que las abordamos. Si os resulta de interés aquí nuestro Whatsapp: +54-351-3095309 – Saludos en Cristo Jesús.
Links de hoy:
Acercamiento a Máximo, El Confesor
Gracias Adriana y José… un abrazo fraterno en Cristo Jesús!
Lo que buscaba esta en este blog
hola: me parece interesante esta entrada porque nos enseña el camino del silencio