La paz del corazón
Práctica sugerida en torno a los actos pendientes como resultado del mecanismo de la postergación. Mención esquemática acerca del automatismo que nos lleva a no completar muchas de las acciones que iniciamos, con la consiguiente pérdida de energía personal.
Resumen del vídeo realizado por Fernando Giménez
LA POSTERGACIÓN
Recordar la no reacción y las emociones negativas para allí poner un especial freno ya que nuestras emociones negativas son nuestra mayor pérdida de energía y sin energía es mucho mas difícil la transformación. La gracia por si sola no se impone, busca también nuestro deseo de cambio. Recordar al final de cada jornada evaluar los principales actos y conductas del día enfocándonos en el automatismo de nuestras acciones.
La postergación:
Uno puede acumular mucha energía cuando todo lo postergado se actualiza. La practica sugerida es: algo que venimos postergando hacerlo de una forma definitiva. ¿Por qué dejamos una acción para después?
Porque tenemos una resistencia para efectuarla. ¿Por qué postergamos? Porque creemos que no merece la pena la acción para el resultado que vamos a obtener.
Hay una cosa que siempre postergamos y es la postergación del bienestar. Siempre parece que nos falta algo para estar bien. Cuando vamos de un lado para otro lo que estamos haciendo es postergar el bienestar. Creemos que al final del apresuramiento ahí descansamos y no es así, volvemos a las prisas de inmediato. No hay mayor postergación que la postergación del bienestar. Al comenzar el día pedimos que este sea sagrado, que podamos hacer liturgia del momento.
Ejercicio: ¿Qué vengo postergando? Elijamos una o dos cosas y dejemos de postergar. Cada acción que uno deja sin completar deja un rastro, un residuo. Cada acto que dejamos sin completar deja rastro pero en nuestra energía, en lo personal.
Gracias, Mario, esta semana (y es lunes) acabo de realizar dos asuntos postergados que me van a dar alivio en mi vida. Fenomenal, necesitaba un impulso como este.
Te dejo una charla de 15 minutos graciosa sobre la postergación (procrastinación en ingles) la charla está en inglés con subtítulos en español, merece la pena.
https://www.ted.com/talks/tim_urban_inside_the_mind_of_a_master_procrastinator?language=es
Habla de que la mente del postergador, se diferencia de la del no postergador, porque en su centro de mando manda un mono, el mono de la autocomplacencia. Es aquel que hace lo que quiere que le da satisfacción inmediata, pero no hace lo que debe, hasta que sale el monstruo de la fecha de fin de plazo, entonces se pone rápido y si es cumplidor lo hace justo a tiempo, pero es postergador.
Hay una ley de gestión del tiempo que dice: cuando una tarea se hace urgente, ha pasado el tiempo para una correcta ejecución. Por eso quien vive en lo urgente es un chapucero. Y vivimos en ese mundo de urgencias que nos hace adictos por la gran cantidad de dopamina que libera. Las urgencias y las emergencias.
Pero el que no posterga, maneja su vida. Pero en la charla dice algo interesante al final. Y es que no todas las tareas en la vida tienen fecha fin de plazo y eso es muy peligroso, pues tareas vitales e importantes de gran valor, si no tienen fecha fin de plazo nadie se da cuenta si las hace o no, y pueden pasar desapercibidas. Es por ello que una persona no postergadora, podría serlo en tareas que siendo vitales no tienen fecha fin de plazo y nunca sabrá que debería haberla realizado.
Todos postergamos algo… hay que prestar atención, pues a veces son las tareas más importantes que pasan desapercibidas por toda la vida y eso es peligroso.
Cuidado, ¿Qué postergas tú? El vídeo merece la pena. Un saludo fraterno.
Muchas gracias. Como siempre muy clarificador.
Pensaba que era cosa mi dejadez ese postergar según qué cosas. Habrá que tomarlo en serio. Como dice el P. José Antonio, es ese cargar con la cruz de la que tantas veces uno se evade. La teoría muy clara, las acciones faltas de voluntad verdadera. Que Cristo Jesús nos ayude en este caminar.
Un saludo invocando el Santo Nombre
Había escrito un largo comentario, pero al no poner mi dirección de correo y nombre no se ha publicado… En síntesis: intentaré trabajar sobre unas cosas que estoy postergando desde hace un tiempo y, por supuesto, sólo cuando estemos presentes en el momento presente podremos estar/vivir en la presencia de Dios. Pero nuestra mente huye siempre, automáticamente, hacia el pasado o hacía el futuro, impidiendo la santificación de cada momento presente. En efecto, la postergación de nuestro verdadero bienestar es la trampa más grande hacia la cual nos empujan los automatismos de nuestro ego descontrolado.
Gracias hermano Mario. Que Cristo Jesús te bendiga.
Gracias a ti Edith! Cuando te pase lo que dices con el comentario, envíamelo por correo y te lo publico. Hay que tener paciencia, que ya el darnos cuenta de la postergación que hacemos del bienestar, va obrando en la modificación de este automatismo. Cada vez lo comprendemos más y allí junto con la oración perseverante se opera el cambio. Un abrazo !!
Sí, la postergación es de veras un mecanismo cotidiano que ponemos en marcha de forma automática infinitas veces. Voy a escoger al menos tres cosas que estoy postergando desde hace un tiempo para abordarlas. Creo que detrás está siempre un ego descontrolado que quiere afirmar su «profana voluntad» y, por tanto, hacer o no hacer lo que podría ponerle en situación crítica.
Pero, en efecto, la postergación del bienestar es la trampa máxima en la que caemos. Pensando siempre en un futuro, más cercano o más lejano, ya con eso no vivimos el momento presente ni tampoco sentimos y/o estamos en la presencia de Dios. Dios está presente en cada momento en el cual nosotros también estamos presentes.
Yo la teoría me la sé. Pero fallo en la práctica, recayendo en los automatismos de la proyección hacia el futuro. La mente está siempre o recordando el pasado o maquinando para el mañana, huyendo precisamente del momento presente. Es muy difícil mantener la atención en el momento presente y, haciendo eso, sacralizarlo. Aunque sé que es la única vía. Lo dice claramente el Señor en muchos pasos del Evangelio. Pero ¡qué difícil resulta seguirle en el desapego y en el abandono a la Divina Providencia!
Gracias hermano Mario. Que Jesucristo te bendiga.
Ciertamente, es la postergación la que nos invita después a reaccionar casi sin darnos cuenta. Cargar con la cruz yo creo que es eso: no dejar para después lo que tengo que hacer ahora, de lo contrario es como si estuviera deseando o esperando que otro lo haga por mi y claro al final o lo hago yo o simplemente se queda sin hacer, con la consiguiente pérdida de energía que ello supone.