La paz del corazón
«En seguida que hablamos de espiritualidad o de religión nos ponemos todos muy serios y muy trascendentes y parece que todos fuéramos muy santos…»
… de ese modo podemos centrar toda nuestra atención en el propósito que nos importa: descubrir a Dios en lo cotidiano y dejarnos guiar por esa suave presencia, que se hace notable por la pacificación del corazón…