Meditación XV

 

Crucificado románico de Palacios de Benaver

Meditación XV

Tenemos que escudriñar constantemente el fondo de nuestro corazón y considerar con suma atención las especies que penetran en él, el santuario íntimo de nuestra alma. Tal sucedería si dejáramos de velar sobre nuestros pensamientos.

Así, labramos a todas horas, a cada instante, la tierra de nuestro corazón, con el arado del Evangelio, esto es, surcándolo de continuo con el recuerdo incesante de la cruz del Señor.

de las Colaciones de Casiano

4 Comments on “Meditación XV

  1. Me parece muy hermosa esta meditación de hoy. Tan cierta además. Labrar con el arado del Evangelio la tierra del corazón. Eso nos llevará mas temprano que tarde a la hesiquía, a la paz profunda aún durante la actividad.
    Un saludo invocando a Cristo!

  2. realmente es duro el trabajo del corazon, pero intento diariamente reconocerme desde el fondo de mi alma. Estos ejercicios me han dejado una enseñanza: en mi vida hay muchas personas que no son yo realmente a veces no los reconozco. A veces reconozco una voz tenue que me da paz y que me permite integrarme con el resto del mundo. Es Dios en mi?

  3. Nada más levantarme, el pensamiento empieza su control, la mente se dispara en ridiculas agendas para el dia, canciones profanas me llegan a innterrumpir; al nombre de JESUS empiezan a tranquilizarse, sosegarse, caminar por donde creo que me indica el E.S.; me encantaria cojer el arado de la CRUZ, está tan en barbecho mi corazon

  4. DIOS HAGA REALIDAD CADA DIA EN NOSOTROS EL CULTIVO DE LA VIDA INTERIOR.

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