Contemplar el Rostro de Cristo


«..En el Rostro humano del Hijo de María reconocemos al Verbo hecho carne, en la plenitud de su divinidad y de su humanidad. Los más insignes artistas –en Oriente y Occidente- se han confrontado con el misterio de este Rostro. Pero el verdadero Rostro de Cristo es, sobre todo el que el Espíritu Santo imprime en los corazones de los que lo contemplan y lo aman. Es necesario “recomenzar desde Cristo”, con el impulso de Pentecostés, con entusiasmo renovado. Recomenzar desde Él ante todo en el compromiso cotidiano por la santidad, poniéndonos en actitud de oración y de escucha de su Palabra. Recomenzar también desde Él para testimoniar el Amor mediante la práctica de una vida cristiana marcada por la comunión, por la caridad, por el testimonio en el mundo. Este es el programa que entrego en la presente Carta Apostólica. Se podría reducir a una sola palabra: “¡Jesucristo!”.

Al inicio de mi Pontificado, y tantas veces después, he gritado a los hijos de la Iglesia y al mundo: “Abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo”. Deseo hacerlo una vez más, al final de este Jubileo y comienzo de este nuevo milenio (…). Quiera el Señor que, en el nuevo milenio, la Iglesia (y sus hijos) crezcan cada vez más en la santidad, para ser en la historia verdadera “epifanía” del Rostro misericordioso y glorioso de Cristo el Señor. ¡Así sea!

Beato Juan Pablo II.  Homilía 6 de Enero de 2001

8 Comments on “Contemplar el Rostro de Cristo

  1. Contemplar tu Rostro, Maestro y Hermano Jesús, en el prójimo y semejante, espejo de humanidad, donde se revela el sentido de amor en projimidad y caridad en proximidad, la cercanía del Hijo de Dios en nuestros hermanos, desde la familia hasta el planeta, en un Rostro unánime: el tuyo Jesús, anticipo de la Parusía.

  2. Mi señor
    como no adorarte, como no amarte, si tu eres el principio y el fin, si tu eres mi creador el dador de vida, el que llenas todo en mí,señor si tu me faltas estoy vacía y si tu estas conmigo nada falta todo es gozo paz y alegría, entra en mi corazón señor para que yo pueda entrar al tuyo y así ser uno solo….. te amo mi señor.
    como no adorarte si es el momento mas bello que tengo, el poder sentirte cerca de mí, y en ese silencio poder escucharte y que me tomes en tus brazos como a un chiquillo entonces en ese momento me siento el ser mas feliz..
    EL QUE A CRISTO TIENE NADA LE FALTA, nada me turba, nada me espanta, nada me acongoja todo pasa y la paciencia todo lo alcanza.( teresa de avila, reformadora de la orden carmelo)
    Debo amor
    POR CRISTO
    CON CRISTO
    EN CRISTO
    QUE SE NOTE QUE TENGO A CRISTO DENTRO DE MÍ.
    GRACIAS HNAS,

  3. irmã maria auxiliadora da Misericórdia eucarística

    Señior tan amado, dá me TU graçia de mirar TU rostro siempre……. quer acordada, quer dormindo…….pués, és mi vida, és i todo…….. Péro, quando miro TU rostro, sangrando de dolores por todos mis hermaños, que non TE conocem, lhoro, pués, que estoy hacviendo por TI e pr elles?! Hay milhares que estan murriendo sen TI! Dá me TU graçia de orar más, de hacer más penitencia, más mortificaciones, más amor por mis hermanos que se están perdiendo en los engodos del inimigo, que os están levando para el infierno. Senhor Jesus, ensina me a ser como TU mismo, a ser otro Cristo, instrumiento de salvacion en TUS manos, amém. gracasdios@hotmail.com

  4. Señor ilumina tu rostro sobre nosotros!! para que podamos verlo, verlo en nuestros hermanos los pobres, los más detestados, los más rechazados, los más aborrecidos, y que a veces están dentro de nuestras mismas familias.
    «Nunca te he visto, Señor Dios mío; no conozco tu rostro. ¿Qué hará, Señor omnipotente, este tu desterrado tan lejos de ti? ¿Qué hará tu servidor, atormentado con el amor de tus perfecciones y arrojado lejos de tu presencia? Fatígase intentando verte, y tu rostro está muy lejos de él. Desea acercarse a ti, y tu morada es inaccesible. Arde en el deseo de encontrarte, e ignora dónde vives. No suspira más que por ti, y jamás ha visto tu rostro. Señor, tú eres mi Dios, tú eres mi maestro, y nunca te he visto. Tú me has creado y rescatado, tú me has concedido todos los bienes que poseo, y aún no te conozco. Finalmente, he sido creado para verte, y todavía no he alcanzado este fin de mi nacimiento. (…) Y tú, Señor, ¿hasta cuándo nos olvidarás? ¿Hasta cuándo apartarás de nosotros tu rostro? ¿Cuándo volverás hacia nosotros tus miradas? ¿Cuándo nos escucharás? ¿Cuándo iluminarás nuestros ojos? ¿Cuándo nos mostrarás tu rostro? ¿Cuándo accederás a nuestros deseos? Señor, vuelve tus ojos hacia nosotros, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. (…) Enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente. Yo te buscaré deseándote, te desearé buscándote, te encontraré amándote, te amaré encontrándote.» (San Anselmo)

  5. Tu rostro Señor, tu rostro. Camino la calle, converso con mis clientes, escucho a mis colegas, predico a mis alumnos, convivo con mi familia, rezo, adoro, comulgo la Eucaristía. Tu rostro Señor, tu rostro.

  6. Contemplar su rostro… en el dia a dia… para sentir su presencia comtemplarla en los demas… te manifiestas de muchas maneras y asi te encarnas en los que nos rodean. bendita belleza de tu presencia en lahistoria de cada hombre.

  7. «Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro». En lo cotidiano de la vida siempre encuentro el rostro del Señor: en los habitantes de calle con hambre, en los niños que lloran, en las madre golpeadas y violentadas, en los seres que buscan y mendigan amor, en las personas que consumen drogas. Todos me parten el corazón y se convierten en una voz que clama en el desierto. Yo no puedo sentir indiferencia. Dios dame valor para hacer algo y poder enjugar tu rostro. eremitahernan@yahoo.com

  8. Jesus, al contemplar Tu Rostro me haces recorrer Tu vida, Tu obra, Tu palabra Ya en la ultima cena, empieza a cambiar Tu rostro y por ende Tu nombre, como Cristo, no se Te apaga la dulzura pero aquella Misericordia que antes apenas apreciaba se me hace patente; no me gustaria seguirte por el Calvario, pero Te ruego me lo permitas necesito tanto de Tu Misericordia, sin ella ¿que seria de mi? un ser anodino en un mundo anodino. ¡No, Jesus! quiero Amarme a mi mismo, quiero Amar a los demas, quiero Amar el Universo y sin Tu compañia todo se me va al traste

Deja un comentario

Descubre más desde El Santo Nombre

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo