La paz del corazón
_¿Cómo debo hacer para conseguir la paz espiritual?
_Es necesario serenarse -contestó sonriendo el Padre Doroteo.
_¿Y que quiere decir «serenarse»? – volví a preguntar.
_Puede explicarse así: Cuando yo era un joven novicio en Valaam, mi starettz me dijo un día: «Dimitri, es difícil para ti serenarte porque tu natural es demasiado inquieto, alegre y movedizo. Si no te serenas, no te servirá de nada la vida monástica».
Entonces le pregunté como tú acabas de hacerlo: «¿Qué quiere decir serenarse?»Mi staretz respondió:
«Es muy sencillo. Ahora estamos en verano y tu esperas que llegue el otoño para que el trabajo del campo disminuya». «Es verdad Padrecito».
«Muy bien. Vendrá el otoño y esperarás después el invierno, la cuaresma y Todos los santos y cuando lleguen, esperarás la primavera, la Pascua y la Resurrección gloriosa del Señor. ¿No es así?». «Es verdad, Padre».
«Pues mira, ahora eres un novicio, ¿acaso no esperas la época de tu vestición?». «Sí Padrecito». Y luego esperarás el manto y mas tarde ser Abad.
Todo esto quiere decir que aún no te has serenado. Porque cuando te dé igual la primavera que el otoño, el verano que el invierno, la fiesta de los Santos lo mismo que Pascua, ser novicio o monje y -vivas cada día con su propio afán-, ya no te preocuparás, ni esperarás, y cumplirás enteramente la voluntad de Dios.
«Entonces te habrás serenado»… en todo debe cumplirse la voluntad de Dios. Si la aceptas de buen grado y con amor, y no confías en tus propias fantasías, habrás conseguido serenarte.
Pero tu todavía estás lejos de esto , Sergio Nicolaevich. Todavía te buscas a ti mismo y sin serenidad no se consigue la «oración pura».
de pags. 17 y 18 en «En las alturas del Espíritu»
de Sergio N. Bolshakov – Ed. Paulinas, Buenos Aires, 1983
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