GRACIAS, SEÑOR, POR TU CRUZ!

en-javier

Ante la imagen de Cristo, elevo hoy mi oración:

Señor Jesús, a través de tu Cruz, con las nuestras quieres asociarnos a tu obra redentora y hacernos partícipes en la redención del mundo.

Jesucristo Crucificado, dame la seguridad y la sabiduría de comprender el Misterio de tu Cruz, que salva, redime, libera, consuela, ayuda, santifica, glorifica.

Al contemplarte en la Cruz, descubro que en la mía yo puedo hacerme solidario, con el gesto más noble de amor, por el que también puedo redimir y dar vida.

Mi cruz en la tuya se convierte en ofenda de amor generoso, de entrega gratuita, en testimonio de discípulo tuyo y hasta en profecía de gloria.

Por tu Cruz, la mía puede ser bendición, ejercicio de comunión con los que sufren y contigo.

Por tu Cruz, la mía llega a tener valor infinito, se trasciende a sí misma y alcanza alivio para muchos.

Por tu Cruz, la mía es distintivo de amistad, de la mayor intimidad, al asociarme a tu gesto supremo de amor.

Contemplándote en la Cruz, y sabiéndote ya glorificado, descubro y me dejas sentir que la cruz autentifica, acrisola, purifica, ennoblece, y hasta permite saborear el gusto del que ama por amor.

La cruz, por la tuya, Señor, sella, consagra, bendice, identifica, y quienes son señalados por la cruz, se convierten en signos luminosos de tu Pascua.

Participar en tu Cruz es ocasión propicia para vivir el momento más noble de la existencia, el más sincero, generoso, y humilde.

Gracias, Señor, por tu Cruz, y por los instantes que me has dejado sentirla, a la vez que me prestabas la fuerza y la suavidad de tu mano para soportarla.

Gracias, Señor, por tu Cruz, porque me ha permitido reconocer el camino auténtico, y sigue siendo el indicador de la dirección más acertada.

Gracias, Señor, por tu Cruz, por el abrazo que en ella me ofreces constantemente, al contemplar tus brazos extendidos, y tu costado abierto.

Angel Moreno de Buenafuente

3 Comments on “GRACIAS, SEÑOR, POR TU CRUZ!

  1. Señor, ayudame a cargar esa cruz de la soledad que embarga mi corazon. Permanece conmigo en los momentos de tristeza y de abatimiento. No te alejes jamas de mi lado.

  2. El amor a la Cruz de Jesucristo es el camino hacia la paz y la felicidad.

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