La paz del corazón
Padre Nuestro que estas en el cielo,
pero que nunca te has olvidado de nosotros;
Tu, que nos has enviado a tu Hijo Salvador…
Sea alabado por siempre tu Santo Nombre.
Ayudanos a hacerte presente entre nuestros hermanos,
pero no por nuestros méritos,
sino por los de Tu Hijo entregado por nosotros.
Sea alabado por siempre tu Santo Nombre.
Transforma nuestros corazones en este tiempo de Converión,
para que seamos humildes i no vanidosos;
sencillos y no orgullosos;
pacientes y no coléricos;
generosos y no miserables;
alentadores y no decepcionadores;
honestos y no desohonestos;
indulgentes y no severos;
activos y no pasivos;
liberadores y no opresores.
Sea alabado por siempre tu Santo Nombre.
Y no permitas que nunca más nos olvidemos de Ti:
cuando huyes de los conflictos bélicos;
cuando eres acusado injustamente;
cuando duermes en la calle;
cuando eres marginado;
cuando das la vida por los demás…
Sea alabado por siempre tu Santo Nombre.
Y que la Passión de Tu Hijo nos libre de todo mal.
Sea alabado por siempre tu Santo Nombre. amén
Muchas gracias.
PAZ Y BIEN, ME ENCANTO, BENDICIONES
Gracias, preciosa plegaria de alabanza y entrega al Padre. Amén.