La paz del corazón
cuarta semana
La verdad es que me está costando mucho esto de hacer un proyecto personal e incluso eso de la regla para cada día. No estuve muy concentrado en los ejercicios por varias razones. ¿Qué me recomiendas?
Primero que no te aflijas, cada cosa a su tiempo oportuno. Los ejercicios quedan aquí y puedes hacerlos cuando te sientas inclinado a ello; o no los haces nunca, hay muchas maneras de acercarse a esa paz del corazón que buscamos. Y luego te sugiero que te fundes en algo simple, profundo y de gran eficacia: la atención y evaluación del contento en el cotidiano. (1ª Tes. 1, 16-18) En otras palabras, permanecer anclados a la alegría o como suele sucedernos los primeros tiempos… permanecer conscientes de que no vivimos en ella.
Es muy importante que no naturalicemos el fastidio, el tedio o esa medianía opaca que suele ser la norma de vida en general. (Mateo 6, 25-31) Necesitamos hacernos conscientes de que la plenitud o la serena alegría sin objeto preciso, que deriva de la existencia misma, son nuestro estado natural. Vivir tranquilos, confiados y entregados a la voluntad divina es nuestra lengua materna. Hace mucho que no la hablamos, pero apenas nos la recuerdan un poco, se nos hace fluida de nuevo, nos resulta extrañamente familiar.
Si aceptamos esto, aunque sea conceptualmente al principio, se nos abre un campo de libertad anímica que no imaginábamos. Hemos de sacarnos muchos abrigos y cuidados innecesarios, capas y capas de temores y vanidades. Como quién va a la playa en verano vestido para la nieve: primero darse cuenta de la inadecuación de tal actitud y luego liberarse de pesos mentales poco a poco, hasta quedar con el sol en la piel. Esto es bañados por la gracia…
Práctica sugerida:
1 . Repasar en lo posible el contenido de lo conversado con el Padre Javier, tiene mucho para profundizar y aprovechar. Tomar nota e intercambiar si fuera el caso nuestros pareceres. 2 . Destinar un buen rato de este sábado a la contemplación de lo que nos rodea. Pedir la calma interior, esa «cámara lenta» de la que hablamos a veces y situados en ese «tempo» mirar orando. Esto quiere decir que puedo ver los fenómenos mientras rezo o que puedo mirar con actitud orante. Como si tocara reverencialmente el manto de lo que percibo. (Marcos 5, 25-34) De la creación de Dios emana una fuerza que podemos recibir si aprendemos a contemplarla. Una actitud no apropiativa nos abre la puerta a dicha condición original. 3 . Continuemos bocetando el proyecto de vida y aquellas pautas para la jornada que nos apoyen en el camino.
Texto y audio recomendado a propósito del día 28º:
Tres cuentas y un collar (texto) – Audio en Youtube – Aquí en MP3 (*)
(*) Este audio lo hizo Carolina para el tiempo de cuaresma de este año y lo hemos vuelto a poner ahora.
amén
Todo llega a su final y estos maravillosos ejercicios también. Tengo que recuperar algunas charlas, tres, que me perdí, pero el resto una maravilla de lección de lo que es Dios en nuestra vida. Para mí, un cambio en mi camino espiritual, un sentir a Dios más cerca en cada uno de los momentos de mi vida…. Y ahí pienso seguir, semana a semana y día a día (como nos ha anticipado Mario). Porque nutre mi existencia y esto no tiene precio. Siempre, pero aún más cuando los caminos de la vida, se van haciendo a momentos, más y más tortuosos, como nos pasa a todos, es un tesoro poderse agarrar a esos consejos, a esta palabras, de amor a Dios, de acogida por el Espíritu Santo, de encontrarnos con nuestra verdad y nuestros momentos de duda en compañía y guia. Que Dios os bendiga Mario y Lourdes por tanto trabajo que nos habéis dedicado. Espero con ilusión estas oraciones del día a día que nos ha anunciado Mario. Ahí estaré, si el Señor Misericordioso me lo va permitiendo. En el Santo Nombre del Señor, va todo mi agradecimiento.
Con el mayor cariño fraternal, Pepa
Gracias Pepa por el aprecio y tus bendiciones! Ha sido un gusto conocerte y una alegría saber que seguiremos compartiendo algunos momentos en encuentros y oraciones. Es reconfortante esto que dices: «Para mí, un cambio en mi camino espiritual, un sentir a Dios más cerca en cada uno de los momentos de mi vida….» Así nos pasa también a nosotros. Te mando un fuerte abrazo, invocando a Cristo.