La paz del corazón
Esta es la última carta que Etty Hillesum pudo hacer llegar a su amiga y confidente más íntima, una cristiana, Henny Tideman. Diecinueve días después, el 6 de septiembre de 1943, Etty fue deportada a Auschwitz.
«Querida pequeña Tide: Esta tarde estaba descansando en mi litera, cuando de repente sentí que debía anotar esto en mi diario. Te lo envío:
“Dios mío, Tú que me has enriquecido tanto, permíteme también dar a manos llenas. Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido contigo, Dios mío, un largo diálogo. Cuando me encuentro en un rincón del campo, con los pies plantados en tu tierra y los ojos elevados hacia tu cielo, el rostro se me inunda a menudo de lágrimas, único exutorio de mi emoción interior y de mi gratitud. También por la noche, cuando acostada en mi litera me recojo en Ti, Dios mío, lágrimas de gratitud inundan a veces mi rostro, y eso es mi oración”.
“… Todo progresa siguiendo un ritmo profundo, un ritmo propio en cada uno de nosotros. Debería enseñarse a la gente a escuchar y a respetar ese ritmo: es lo más importante que un ser humano puede aprender en esta vida. No lucho contigo, Dios mío. Mi vida no es más que un largo diálogo contigo…”
18 de agosto de 1943
Fragmentos del libro «Un itinerario espiritual» de Paul Lebeau
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Qué hermoso homenaje a esta persona tan joven y a la vez con tanta comprensión del amor y el dolor humano! Gracias
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