La paz del corazón
La inquietud se revela como ayuda inestimable, viene a ser un aviso muy útil que refleja el ansia interior de pasar al momento siguiente. Ahora quiero esto y luego lo otro y más tarde aquello, y es que debo hacer esto también y continuar después con eso… ¿Y cuándo serán las cosas más tranquilas? Si vamos a depender de los estímulos probablemente nunca. La vorágine de los quehaceres, de las necesidades, de los requerimientos, es como una bola de nieve que cae por la pendiente empinada de una montaña muy alta. Cada vez se hace más grande, más pesada, más rápida.
Hemos de detenernos, de parar, de volver al centro calmo donde reina la confianza. La mente justifica de mil maneras la necesidad de apurarnos, pero es mala consejera. Respirar e invocar a Jesús pueden ser un modo perfecto de volver a casa. Situados en la atención consciente establecemos prioridades claras, desechamos lo superfluo y recordamos lo importante. ¿Y qué es lo importante? Actuar en la presencia divina, viendo lo extraordinario en lo ordinario, oficiando la liturgia del instante en cualquier acción que se presente como necesaria.
Lo sagrado requiere de un espacio para manifestarse. Ese espacio está hecho de silencio, de apertura, de entrega confiada. El abandono a la voluntad divina es la actitud que puede generar en nosotros una vida activa pero tranquila. No es nada nuevo, solo la contemplación en la acción que varios santos y sabios han recomendado. Las circunstancias irán adecuándose a mi ritmo interno. Puede llevar un tiempo, pero luego todo encaja armónicamente.
Entonces, al percibir inquietud, me detengo un momento. Caigo en cuenta de la ilusión, de haber creído que apurándome y forzando las cosas llegaría a buen puerto. Entonces sin mortificación y con afecto hacia mí mismo, retomo el camino correcto, la senda de la paz. Unas cuantas respiraciones suaves y profundas, mientras invoco a Jesús, bastarán para que la mirada se limpie y el sentido vuelva a posarse sobre todo y todas las cosas.
¡Oh Cristo que vives en el corazón! Infunde tu paz sobre mis miembros, llena de claridad la mente y permite que la fuerza del Espíritu se exprese a través de mí sin limitaciones…
Invitaciones
Este domingo 19 de mayo, a las 20:00 España – 15:00 Argentina
Encuentro de intercambio mensual de la Fraternidad en este enlace
https://us02web.zoom.us/j/88619724529
Gracias por la paz que transmiten
Me cae en el momento preciso ser consciente de este aspecto de la ansiedad. Gracias de corazón
Gracias Mario. Un mensaje que anima a poner en práctica LA CONFIANZA que como dices nos lleva a la senda de la paz. Un abrazo fraterno desde Colombia. Momy