10° Clase de Filocalía

Nicéforo, El Solitario (El Monje)

Aquí el texto de Nicéforo incluido en Filocalía

Aquí la transcripción de la 10° clase a texto

Debajo el audio con el texto en que se basa la 10° clase

2 Comments on “10° Clase de Filocalía

  1. Este texto de Nicéforo sobre el Método respiratorio para entrar en el corazón interior, me parece muy instructivo, fértil y práctico así como también el buen comentario que nos hace el hermano Mario.
    En mi práctica de años con la meditación y el Mindfulness, llegó un momento en que surgió esta práctica, en sus dos partes: atender al flujo respiratorio sin intervenir para luego pasar al corazón. Digo surgió, porque tomó cuerpo por si misma, sin escogerla yo.

    Con el tiempo, esta práctica era pura atención, puro “testigo sin intervención”, pero no sólo como preámbulo de un silencio y presencia internos de Cristo, sino como un “campo base” de las actividades diarias y situaciones, en las que me veía sin reaccionar en el momento y respondiendo de forma ecuánime.
    Esto me ocurrió en algunas situaciones de tensión externa, en las que me vi quieta, presente, sin defenderme ni huir tampoco, entera, en una “espera interior paciente” de sentir cómo responder, y eso cambió mi percepción: de sentirme atacada a ser observadora paciente y ver el desajuste de la otra persona. Eso no pasa siempre, ojalá! pero cómo la sabiduría se encarga de instruirnos para que recordemos ese estado, ese mecanismo que sustituye a la reacción. Y ahí, ese Método noble nos entrena no solo la mente sino las emociones, sintonizándonos o poniéndonos en línea con Dios.

    En mi vida diaria, este precioso -por valioso- Método respiratorio, es una joya, un medio, un vehículo, una barca para ir a esa “otra orilla”. Y como todo, unas veces surge espontáneo ese estado y otras al estar mi mente en divagación, no puede custodiar el corazón, como dicen los Padres.
    Pero al igual que la excelente y Santa Oración de Jesús, me acompaña como antesala de la Oración misma y en cualquier momento en que se lo permito,también siento que hay un momento en que el método florece por sí mismo, actúa por Su cuenta. Y para ello, yo me abro al “anhelo de la Verdad”, que es desear a Dios por encima de todo, en un acto de desapego radical, como soltándolo todo para abrirse a Cristo solamente. Nada es comparable a Él, a Dios, y cómo tantas y tantas veces ese anhelo de la Verdad o de Dios -que Nicéforo llama deseo de Dios creo- es eclipsado por estímulos, gratificaciones vanas, engaños e ilusiones, y placeres.
    Que Jesús, al invocarle nos conceda esa diligencia en la Oración del Corazón, esa Paz del Reino de Dios que sin Su Gracia no podemos alcanzar.
    Un saludo fraterno para todos, hermanos, invocando Su Santo Nombre y Misericordia

    M.Carmen PIña

  2. Hola Hermano Mario,
    Es muy interesante esto de los “feelings seekers” o buscadores de experiencias. El mundo espiritual se ha convertido en un mundo también consumista para muchos cristianos, a mi pobre entender, de manera que si no hacen o viajan o experimentan ciertas cosas espirituales entienden que no vale.
    En mi juventud, quizá el joven debe buscarlas para afianzar la fe, hice 5 veces el camino de Santiago, 10 veces la Javierada (al castillo de Javier donde nació San Francisco Javier), 5 veces la Guadalupada (en Extremadura, la virgen morena de Guadalupe) Y así pasaba cada verano, de monasterio en monasterio, de santuario en santuario. Me hizo bien, pero hoy en día me doy cuenta de que Dios está dentro de mí, no es necesario buscarlo fuera como antes, sobre todo en esas experiencias tan fuertes a veces llenas de emocionalidad. Siempre recordaré una visita a la Camáldula de Burgos, en donde había varios reclusos (así les llamaron) y me impresionó muchísimo.
    Ahora estamos de nuevo volviendo a ciertos método pastorales emocionales para buscar la conversión y creo que es bueno, el hombre como ser emocional necesita ese agarre para seguir adelante con algo que ha visto bueno. Aunque no sé si abusamos de ello. ¿Cómo sería la predicación de los apóstoles y discípulos y monjes primeros?
    Aunque recuerdo el libro de André Frossard, Dios existe yo me lo encontré, en que André como comunista, ateo y anticlerical sin embargo un día entró en una Iglesia fea de París, estaba oscura, no había música y él acentúa todo eso, no había ningún movimiento emocional positivo, y sin embargo dentro de sí encontró una presencia y se convirtió, por eso el título del libro, yo me encontré a Dios.
    La Iglesia en ciertas parroquias se ha convertido en un parque de atracciones para los fieles, hay que llevarlos aquí o allá y buscar la última aparición o experiencia, si no parece que no funciona. Testimonios de conversión, pero de famosos, eso me enerva, cuando en la Iglesia antigua alguien daba testimonio, es porque lo habían matado (Lucía dio testimonio) Ahora testimonio muchas veces se ha convertido en contar por parte de alguien que era muy malo, ocurrió algo y ahora es muy bueno (sin embargo sigue siendo tan miserable como antes, aunque ahora bajo el nombre de cristiano) Y a veces esos testimonios afectan al propio ego, nos gusta, como decía Casiano, la vanagloria de mete en los testimonios. Dios puede cambiar mi vida y lo hace, pero hasta el final necesito de su misericordia.
    Creo que la fe adulta, como antiguamente los reclusos, está dentro y no necesita de confirmación emocional fuera. Se que es un camino no fácil y como seres humanos la emocionalidad está para algo y es importante, pero hay gente que si no siente, piensa que es malo. Las crisis vienen de Dios para ayudarnos y madurarnos.
    La alegría que comenta Nicéforo de manera interesante, es una alegría interna, parece que un cristiano debe reír a carcajadas de manera incluso grotesca. La alegría interna creo que es otra cosa, además acompañada de cierta templanza.
    Bueno, son reflexiones que me han surgido al hilo de la clase. A veces me explico de manera muy radical para que se me entienda la idea, pero todo esto tiene muchos matices.
    El método de respiración lo uso desde hace años para el control de la ansiedad y funciona.
    Por otro lado me ha impresionado la idea de que si no estamos bien con los prójimos esto no funciona. Buscamos fórmulas del éxito, esta es una, pero la caridad debe presidir la vida cristiana.
    Un abrazo en Cristo y disculpad mi rollo.

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