La paz del corazón
Que el monje coma, beba, se sienta, sirva, camine, cualquier cosa que haga, debe decir continuamente: Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten compasión de mí… que el nombre del Señor Jesús descendido al abismo del corazón derribe al dragón que domina los pastos internos, que salve el alma y le devuelva la vida…
«En el mundo de la acción, lo mejor es el conocimiento. En el mundo de la contemplación, lo mejor es la ignorancia que sobrepasa toda inteligencia». Calixto el patriarca. XI, 15, en Filocalía ______________________________________ Pulsa aquí si quieres comentar __________________________________