En camino

«Querido padre espiritual. Hace mucho que me pidió escribiera algo sobre mi vida para dar testimonio, creo que ahora es el momento. Ruego a la Virgen su intercesión de para que me ayude.

Me costaba entender lo que me dijo en la última conversación, sobre lo inadecuado de adquirir la devoción a partir del temor, aunque me decía que eso puede servir a algunos para iniciar el camino.

Bien, ¿es que me estaba diciendo que la devoción que yo tenía no era adecuada, que debía transformarla?

Usted sabe que inicié este camino con motivo del horror que me producía lo que soñaba y que veía con demasiada claridad.

Pasé muchos meses luchando para que mi alma no sucumbiera, y aquello fue acercándome poco a poco de nuevo a Jesús, en quien jamás había dejado de creer, y quien nunca dejó de ser para mí lo máximo, pero es que Lo había aparcado, en cierto modo, de mi vida. Y es que durante muchos años me dediqué a flirtear con otros tipos de espiritualidad, queriendo encontrar en todo aquello también a Dios, me parecía que buscando aquí y allá podría encontrarlo mejor, hasta que me di de bruces con una realidad aparte, que me sobrepasó y trastocó.

Quería decirle que aquella devoción que ahora tengo y que es fe, que es fervor y que es amor a Jesucristo, a Dios y a la Iglesia, me surgió de repente, en un momento específico de mi vida. Llevaba mucho tiempo, muchos años buscando esa oración que permitía a los Padres del desierto estar todo el día orando a Dios y que les mantenía con aquella fe y certeza. Después de aquel encuentro desafortunado con esa espiritualidad que me hizo perder el norte, encontré un buen día la respuesta en un libro. Era la oración de Jesús aquella que tanto había buscado.

Aquella noche en que decidí acudir al sacramento de la reconciliación después de muchos años, decidí comenzar a invocar el Nombre de Jesucristo. Hay un antes y un después de ese momento, porque la vida cambia en el momento que inicias el camino del Nombre.

Desde aquel día mi devoción, mi fe acrecentada, mi fervor, mi amor por Él comenzaron de tal manera que todo cambió en mi vida. Dos meses después lo conocía a usted que me conduce en esta vía.

Lo que quiero decir es que aquel que hace del Nombre del Amado su bandera, que lo llama con fe, mantendrá esa devoción porque es Él el que la alimenta. Y ya no se encuentra solo ni desvalido, a pesar de las pruebas por las que tenga que pasar, muchas de las cuales se refieren a la fidelidad. Si eres fiel a Jesucristo, a Su Nombre, Él no te abandona en la prueba, y la fe que tienes es fruto de Su misericordia y de su voluntad.

Quiero agradecerle el camino que me está mostrando, el del Nombre, que es fuerza, salud, amor, fidelidad.

La oración de Jesús, junto con otros pilares básicos que me ha ido mostrando: el estudio diario de las Sagradas Escrituras, el amor por la Eucaristía y mi encuentro diario con ella, el hacer con unción cada tarea diaria, además de esa alegría que usted quiere para mí ‒frente a el horror vivido‒, la fe, y la seguridad de que todos vamos encaminados hacia esa salvación, que en realidad ya se ha producido cuando nuestro Señor Jesucristo dio su vida en rescate por la nuestra… Usted es el padre espiritual de la alegría, del que ya “se sabe” salvado por Él. Por ello comprendo que no quiera para mí, ni para nadie, una devoción creada a partir del temor, sino del amor de Dios, de la belleza de su Creación, de la alegría de la fe, de la esperanza.

Gracias por llevarme de la mano por este camino.

Deseo decir a quien quiera escucharme, la fuerza del Nombre de JesuCristo es inmensa, aquel que lo invoque con fe en los malos momentos, encontrará fuerza y no se verá defraudado, y aquel que se mantenga fiel a Su Nombre, Jesucristo no lo abandonará en la prueba.

El Nombre es poder, es salvación, es devoción, es amor… Esta es mi experiencia ¿qué más decir?».

Testimonio de amor al padre espiritual y a Jesucristo

7 Comments on “En camino

  1. La invocación del Santo Nombre de Nuestro Señor Jesucristo es un camino tan profundo que no lo podríamos abarcar con nuestra mente humana, sino tan sólo con la Sabiduría que viene de lo alto. Pidámosle al Señor que nos regale todos los dones y frutos de Su Santo Espíritu.

    Los invito a visitar mi blog http://www.susanatopasso.blogspot.com

  2. » Si eres fiel a Jesucristo, a Su Nombre, Él no te abandona en la prueba, y la fe que tienes es fruto de Su misericordia y de su voluntad»QUE HERMOSO!!!! GRACIAS………….

  3. De verdad sus palabras espero sean de gran bendición hace muchos años rezo, y oro, definitivamente en todas mis dificultades siempre voy saliendo, pero ruego a Dios que yo un día pueda sentir ese gozo, seguridad, amo espero, creo en Jesucristo,

  4. PAZ Y BIEN, MUY BELLO TESTIMONIO, AMEN SEÑOR

  5. Gracias por su compartir tan íntimo, tan profundo, tan real y lleno de vida.
    Que Jesús y la invocación de su Santo Nombre sigan guiando nuestros pasos.

  6. Gracias por este testimonio. Es alimento para el camino y nos da la certeza de sabernos amados por Jesús.. Es verdad!!! y confirmo lo dicho por el hermano: El nombre de Jesús es fuerza salvadora y no te abandona.. cuando te encuentres en una situación muy difícil o te sientas sólo o sin norte.. invoca el nombre de Nuestro señor Jesucristo con toda tu alma!!!, con todo tu corazón!!!!.., y ÉLvendrá a ti. no te defraudará.

    Un saludo invocando el nombre de Nuestro Señor Jesucristo»

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