Día 15 – La queja

Estimadas/os en Cristo Jesús: Muchas gracias por sus comentarios y participación, contando con honestidad lo que ocurre durante la práctica de La Oración de Jesús. Agradecemos al Señor poder convocarnos por este tema y ayudarnos unos a otros, que todos vamos en peregrinación hacia el mismo hogar con el Padre de todos.

Hemos leído cada comentario del día 14 (os sugerimos hacer lo mismo pues son muy instructivos) e intentaremos hacer aportes en los sucesivos posts. Del mismo modo cualquier lector o participante puede aportar sus experiencias para ayudar a alguien que haya comentado, sois libres para hacerlo, publicaremos lo que aportéis. No faltará la ocasión en la que dos puntos de vista diferentes lleven hacia una tercera mirada de mayor equilibrio.

Un hermano publicó en el post del día 14:

Queridos hermanos Paz y bien. Llevo varios días poniendo en práctica la invocación del Santo Nombre, y la mayor dificultad es “sosegar” a la “loca de la casa”, al decir de Santa Teresa de Jesús; la mente, la imaginación, las distracciones… pero se abrió mi alma y mi corazón a una sed interior de cada vez más practicar esta santa invocación, o sea a mas costosa concentración, más oración, más y más, me he vuelto terco en esto, y me está dando resultados, y como dice la Santa en sus Moradas, no hay que temer volver a comenzar cuantas veces sea necesario. En esas luchas sigo y trato de no desmayar. Gracias a Dios todopoderoso y a ustedes hermanos por sus oraciones y por compartir sus experiencias para edificación de los que hemos decidido comenzar a recorrer este camino. Invocando el Santo Nombre los saludo con la Paz del Señor.

Apreciado hermano, que alegría! Precisamente esa sed interior de la que habla es una de las manifestaciones más claras de la gracia que lo empuja a la oración de Jesús y le llama a ese camino. Y allí se entabla la lucha, de un lado la gracia y vuestra voluntad, por el otro las inercias y hábitos mentales de toda nuestra vida. Pues el vencedor es evidente, solo se requiere que nos dejemos enamorar por la oración del Santo Nombre.

Una hermana publicó en el post de ayer:

Mi mayor obstáculo es que me cuesta mucho concentrarme por una enfermedad cerebral que tengo. Pero cuando recuerdo que tengo que hacerlo lo hago sin alterarme, para no dar pie a que el enemigo aproveche. Me sirvió mucho el post donde dice que la preocupación sea el indicador de que he olvidado La Oración de Jesús y es verdad, así que cuando me siento preocupada invoco a Jesús y trato de confiar en él. Le entrego mis preocupaciones y pido compasión.

Pues está muy bien hermana. Entregar toda preocupación y pedir compasión, que nos enseñe a rendirnos a Su voluntad. Eso mismo tenemos que intentar en este día 15, pero poniendo énfasis en nuestras quejas habituales. Cada vez que nos quejamos estamos en cierto modo, oponiéndonos a lo que Dios nos ha enviado o al menos permitido para nuestra vida. No nos resulta fácil pero es preciso comprender: Lo que ocurre es para nuestro bien, todas las veces. A veces nos lleva tiempo darnos cuenta. Gracias hermana por su participación que nos da pie para comentar.

Práctica sugerida

Todos conocemos de sobra ese ánimo de queja que a veces nos toma y nos maneja. Esa disposición del ánimo que siempre está lista para ver lo aparentemente negativo de las situaciones y a quejarse por esto y por lo otro y a comparar como serían las cosas si hubiera sucedido aquello de más allá en lugar de esto que ha tocado…

La práctica de hoy es la de apelar a La Oración de Jesús cada vez que veáis aparecer la queja. Abandonar las quejas a un lado y agarrar con firmeza el «Señor Jesús», con los labios, la mente o el corazón, como podáis. No ceder a las quejas. Estas nos encierran en un círculo vicioso que va apagando la luz del espíritu en nosotros. Y esto, aún cuando la situación que provoque la queja pueda justificar una reacción de ese tipo. Poner la oración ante todo nos transforma y también modifica lo que ocurre.

Arzobispo de Los Ángeles sobre La Oración de Jesús

19 Comments on “Día 15 – La queja

  1. Boa tarde. Muito me ajudam as reflexões escritas e a dos q se dispõem a contar de si. Sinceramente o meu sentimento de indignidade me atrapalha me toma e me tira do centro q é o santo nome de Jesus. Passo então a analisar coisas do passado q me feriram por ter de sair após 15 anos de vida numa comunidade. Eu e meu esposo fomos comunicados de sair sem esperar q tal ocorreria com 5 filhos. Já se passaram 23 anos. Vivo vida de oração na igreja católica. Tento viver . solidão grande as vezes muito amada em outras sofrida. Por isso o santo nome e minha âncora. Paz

  2. Dices que : «Lo que ocurre es para nuestro bien, todas las veces.»
    Cómo expresarle esto a una madre cuya hija fue violada o cuya nieta esta viva un lunes y el miércoles muere de meningitis?

    Disculpen la pregunta pero siempre le pido a Jesús la palabra justa para quienes la necesitan; sólo por ello me animo a preguntar.
    Cuando creo que no tengo palabras para dar, digo interiormente: Señor Jesucristo Hijo de Dios ten misericordia de … ( aquí pronuncio el nombre de la persona que necesita la ayuda) pecador.
    Un saludo en nombre del Señor Jesús.

    • Estimada hermana Fanny, gracias por el comentario duro y honesto. Permítame derivarlo a quién tiene más experiencia y en horas lo responderemos por aquí o en un post. Le mando un saludo fraterno, invocando al Señor Jesús.

  3. Buenas tardes . Agradezco la.práctica de hoy.
    En mi caso, la queja aparece en el ámbito laboral.Haberme hecho conciente de la queja, me hace ver lo poco agradecida que soy con el Señor y con todo lo que El me da.
    La queja para mi es lo que pone sombras a mi acontecer diario. A medida que la he frenado, interponiendo el Nombre de Jesús, el día se ilumina y ninguna tarea resulta trabajosa o difícil de realizar.
    Me doy cuenta que la queja se va adhiriendo como el polvillo se acumula en los muebles que no se limpian.
    Esta práctica de hoy ha puesto en evidencia ese “polvillo” acumulado en mi interior y cómo debo hacer para sacarlo. Muchas gracias.
    Un saludo invocando el Santo Nombre

    • Pues que buen ejemplo el del polvillo que se acumula, así es. «A medida que la he frenado, interponiendo el Nombre de Jesús, el día se ilumina y ninguna tarea resulta trabajosa o difícil de realizar». Estas palabras son una alegría enorme. Saludo fraterno en Cristo hermana.

  4. Hace 50 años que llevo la oracion de Jesus conmigo y la larga experiencia por los años solamente me ha mostrado que el unico impedimento para hacerla plena es la dureza de corazon que tenemos. Todo lo demas Jesus lo da.

    • Estimado hermano muchas gracias. Que gran don ha tenido de tener el Nombre de Jesús acompañándolo tantos años. Por supuesto de acuerdo con sus palabras. Hermano si quiere extenderse y comentar a los hermanos/as del blog sus experiencias, no dude.en hacerlo podemos publicar lo q nos envíe como posts. Aquí nuestro correo: bloghesiquia@gmail.com Cristo le cuide siempre.

  5. Queridos amigos, en Cristo Jesús, he estado pensando a la luz de la Oración de Jesús, en ese bloque de hielo del que he hablado en el comentario anterior, y que me ha parecido ver como se interpone, como fuese un obstáculo delante de mi corazón, y corta el paso. En un momento puntual de la Oración de Jesús, he creído entender que ese bloque de hielo no es hielo, soy yo misma. Al principio me ha costado entenderlo, ¿cómo es posible que intente con la Oración de Jesús pasar esa barrera y la barrera sea yo misma? Entonces me he acordado del Himno que cantamos en la Liturgia de las Horas, creo que es de Lope de Vega, y tiene por título: “¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?”. Si os digo la verdad, siempre me ha parecido un Himno bellísimo, pero nunca lo he entendido hasta hoy, suponiendo que lo que he entendido sea real y no un espejismo mental. En mi caso particular, me ha llamado la atención especialmente, cuando dice: “¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío!”. Si, qué extraño desvarío estar buscando a Jesús, como la esposa del Cantar, y no abrirle la puerta cuando llama.

    No sé si os habré sido útil, o lo he complicado más, en cualquier caso, sólo el Santo Nombre de Jesús da crecimiento a lo que somos y hacemos.

    Un saludo en Cristo Jesús, hermanos.

    • Muchas gracias Clara por lo que nos comparte. Poco a poco La oración ablanda nuestro corazón, a pesar de nuestros temperamentos incluso. Un abrazo fraterno en Cristo y felicitaciones por vuestra página lamiradacontemplativa.blogspot.com/ la hemos agregado a los recomendados del blog. Muy buenas imágenes también, pronto le pediremos permiso para usar algunas.

      • Por supuesto, pueden utilizar cualquier cosa del blog que deseen, ustedes no necesitan permiso, y si lo necesitan, lo tienen ya.
        Un afectuoso saludo invocando el Santo Nombre de Jesús.

  6. La queja se me presenta quizàs con màs de un rostro… a veces más cercana a la ira otras tantas se parece a una tristeza que va despertando un desgano por la vida. Esa es la gran espada que lástima mi conciencia, porque en el fondo y creo que esto es lo más duro de este sentir que amarga tanto al corazón, es que cuando me quejo siento que Dios no estuvo/ està en ese acontecimiento que viví/ estoy viviendo.
    Espero que la oraciòn de Jesùs, aunque de manera incomprensible (no pretendo saber los motivos de Dios) ayude a sanar esa mirada, fortaleciendo Su Presencia en mis días.
    Saludos fraternos!

    • Me pasa lo mismo, Florencia. Gracias por ponerlo en palabras

    • Ni lo dude hermana Florencia, la mirada será transformada por la gracia operante en el mismo Nombre de Jesús. Es más, la conciencia de esa herida que describe es la gracia misma despertando nuestra alma a la luz divina. Un saludo fraterno invocando el Santo Nombre.

  7. Creo que la oración de Jesús junto con un matiz de agradecimiento sería darle de lado a la queja que asoma de tarde en vez por la vida.
    Agradecer desde Jesús todo lo que él quiera o permita en la vida, a la vez que invocamos su Nombre. Ahí estamos unidos.

  8. Gracias, muy interesante, en mi caso, puede ser una ascesis previa a la ascesis de la Oración de Jesús, no dejar lugar para la queja.
    A veces veo, sin proponérmelo, como si un bloque de hielo estuviese situado delante de mi corazón que impide el paso al corazón. La Oración de Jesús es como si fuese ese martillo que usado repetidas veces derrumbará el bloque de hielo permitiéndome por fin, el paso a mi corazón y buscar allí a Jesús.
    Pienso mucho, por qué esta Oración es tan maravillosamente maravillosa que no encuentro palabras para describirla…
    Dos hombres subieron al Templo para orar; uno era fariseo y el otro, publicano […] En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador! Les aseguro que este último volvió a su casa justificado,
    He aquí la Oración de Jesús, el publicano nos dice el Ev. que salió en gracia de Dios. Gracia de Dios permanente, 24 horas al día, por supuesto esto para los pecados mortales no vale, la confesión tiene que ser sacramental.
    Además como nos dice el Peregrino Ruso, mientras rezamos no pecamos. Entonces con esta Oración tenemos ascesis, purificación, y oración continua, ¿en que otro negocio, hermanos, podemos obtener mayor riqueza? Dejémonos la piel si es necesario, pero entremos con esta oración al centro del espíritu.
    Un afectuoso saludo en Cristo Jesús a todos ustedes.

  9. Gracias, me parece un buen antídoto ante las dificultades en la práctica de la oración, acudir al nombre de Jesús cuando aparece la queja. Normalmente la queja destruye la oración y no es la oración la que destruye la queja.

    • Así es José. Es ciertamente un antídoto. Y al principio nos hacemos muy conscientes de las quejas que tenemos a cada rato y esto nos espanta en cierto modo. Pero al persistir en la oración se nos hace hábito el interponer el Nombre Santo ante cualquier debilidad del ánimo (lo que es la queja en realidad) y nos sentimos fortalecidos por la presencia que habita el Nombre de Jesús. Un abrazo hermano!

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