La paz del corazón
Tu redención es ahora mismo. No importa lo que ha pasado ni lo que vendrá; todo ello está en ti y reunido en este mismo punto, en el presente mismo. La acción del momento cambia los significados hacia el antes y el después. Tus gestos de hoy lo atraviesan todo, iluminan todo lo que has amado y purifican tus desamores. Cristo es aquí en el centro del corazón y sus latidos pugnan por hacerse gracia en movimiento.
Todo pensamiento acerca de ti, déjalo con ligereza, como se espanta una mosca repentina. Cualquier preocupación nos indica alguna soberbia, la de creernos capaces de alterar Su designio. Afincados en el deber del momento, concentrados en el mejor hacer posible, respiramos Su nombre, presentimos su cercanía. ¿Mi refugio? En el muy alto. Depositemos las prisas al amparo del Altísimo. Él sabe, Él ama; apenas velado en las cosas y las situaciones, no hace más que buscarnos.
Enlaces de hoy:
Pingback: Lista de textos del blog elsantonombre.org | Fraternidad Monástica Virtual
Maravillosa lectura la del «Cristo es aquí», porque así es. Y sin embargo cuanto nos cuesta «entregarnos» de una vez y dejarnos sujetar por los brazos de Cristo. Nos sentimos capaces de solucionar todos los problemas nosotros, sin darnos cuenta que el sufrimiento de estos problemas se quedan en nosotros y nos hacen sentir uns soledad que los multiplica en vez de solucionarlos. Y Cristo sigue con sus brazos abiertos esperando a que caigamos en este abrazo suyo, divino, sanador, total…. Por qué nos cuesta tanto darnos cuenta?? Yo rezo y rezo y sin embargo en los momentos mas difíciles mi ego se sigue apropiando del tema y no le deja el lugar a Cristo……. Gracias hermano por este pensamiento que seguramente, aunque pasito a pasito, me ayudará….. finalmente!!!
Pingback: Vigilia de oración en La comunidad del Santo Nombre – El Santo Nombre
Precioso texto. Esperanzador. Lo leo y releo, y, sobre todo quiero practicar lo posible. Es una maravilla saber que Él no hace más que buscarnos. Muchas gracias.
Gracias a ti Sole por participar y comentar. Así es, a practicar! Un abrazo fraterno en Cristo.
Me recuerda que la Providencia no descansa y no nos deja de su mano.
Así es Padre José! Cristo te cuide hermano.