La paz del corazón
Texto del día
«Durante toda una semana, permanecí en mi solitaria cabaña recitando cada día mis seis mil oraciones sin ocuparme de cosa alguna y sin tener que luchar contra los pensamientos; únicamente pensé en cumplir el mandato del starets. ¿Y qué sucedió? Me acostumbré tan bien a la oración que, si me detenía un solo instante, sentía un vacío como si hubiera perdido alguna cosa; y en cuanto volvía a mi oración, sentíame de nuevo aliviado y feliz.
… sólo deseaba estar en la soledad y recitar mis oraciones; tanto me había acostumbrado a ellas en una sola semana. El starets, que no me había visto desde hacía diez días, vino para saber qué me sucedía, y yo se lo expliqué. Después de haberme escuchado, me dijo: —Ya estás acostumbrado a la oración. Mira: ahora has de conservar esta costumbre y fortalecerte en ella…
Al principio sentí fatiga, una especie de endurecimiento de la lengua y cierta rigidez en las mandíbulas, pero nada desagradable; luego noté una ligera molestia en el paladar, después en el pulgar de la mano izquierda que pasaba el rosario, mientras que el brazo se me calentaba hasta el codo, lo que me producía una deliciosa sensación. Y todo esto no hacía sino incitarme a recitar mejor mi oración. De esta manera, durante cinco días, terminé con toda fidelidad mis doce mil oraciones, y al mismo tiempo que la costumbre, iba recibiendo el placer y el gusto de la oración…
Práctica sugerida
Se trata de que al final del día, podamos decir con sinceridad. «Hoy he orado mucho más que lo habitual en mí». Hoy he puesto todas la decisión y energía de que fui capaz para dedicar más tiempo al crecimiento en La oración de Jesús. Si pasamos de veinte repeticiones a cincuenta será tan importante para nuestro proceso como para el peregrino pasar de seis mil a doce mil, lo que lo llevó finalmente a la oración del corazón. Cada uno tiene su medida, como aquella viuda que dio todo lo que tenía aunque fuera poco dinero comparado con lo que aportaban otros (Lucas 21, 1-4) . El ejercicio de hoy consiste en encontrar un nuevo límite, en terminar la jornada habiendo registrado un crecimiento importante, no tanto por el número de oraciones sino por la profundidad y seriedad de nuestro intento. La gracia de la oración del corazón está disponible para todos, pero nosotros ¿a que atendemos?
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Creo que algunas personas usan algo similar al rosario para rezar la oración de Jesús. En qué consiste y como se podría conseguir?
Hoy he visto el video de la primera clase sobre la Filocalia y es de lo mejor que he escuchado hace tiempo.
Hola hermano. Gracias por el sus palabras que alientan. Ese rosario al que se refiere le llaman Chotky. Suele encontrarse en alguna librería religiosa de vez en cuando, pero no es muy común por aquí. Un saludo fraterno invocando a Jesús.
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